Amnistía Internacional (AI) denunció que México se ha convertido en una trampa mortal para los migrantes.
Ante este escenario, el organismo solicitó a las autoridades mexicanas investigar dos agresionesarmadas contra alrededor de 200 indocumentados que recientemente ocurrieron en distintas regiones del país.
“México se ha convertido en una trampa mortal para los migrantes, con despiadadas bandas criminales que acechan en cada esquina para atacarlos”, indicó la directora para las Américas de AI, Erika Guevara-Rosas.
En un comunicado, denunció que en las dos últimas semanas, más de 200 migrantes fueron atacados y algunos de ellos asesinados por grupos armados en dos incidentes ocurridos en Veracruz y Sonora, de acuerdo con relatos de sobrevivientes.
Pero las autoridades sólo indagan el caso de Sonora, porque en Veracruz no se presentó denunciaformal, informó la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de ese estado.
“Las autoridades en México deben buscar urgentemente a los migrantes desaparecidos y garantizar la seguridad de los sobrevivientes. También deben iniciar una investigación urgente sobre la ola de ataques contra migrantes y llevar a los responsables ante la justicia”, apuntó Guevara-Rosas.
Uno de los casos se dio el viernes, cuando sujetos armados asaltaron a cerca de un centenar de migrantes que viajaban por Veracruz rumbo a Estados Unidos, en el tren de carga conocido como “La Bestia“.
Fuentes de la Fiscalía General de Veracruz confirmó que no existe una queja formal sobre los hechos, por lo que no se inició ninguna investigación.
El otro caso tuvo lugar el 2 de junio en Sonora, cerca de la frontera con Estados Unidos, cuando hombres armados y vestidos de militares abrieron fuego contra cerca de 120 migrantes, la mayoría de ellos centroamericanos.
AI indicó que 13 de ellos lograron escabullirse en el desierto y serán próximamente deportados.
Y uno de los que sobrevivió presentó una denuncia, por lo que las autoridades locales realizaron un operativo en el lugar de los hechos.
De acuerdo con estimaciones del organismo, unos 200 mil migrantes indocumentados ingresan cada año a México por su frontera sur, la mayoría de ellos centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
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