Ciudad Hidalgo, una localidad fronteriza con Guatemala, amaneció el domingo con un fuerte refuerzo de agentes migratorios y de la Guardia Nacional como parte de las nuevas medidas para restringir los cruces no esenciales en la frontera sur de México, informó la agencia AP.
Decenas de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) apostados a lo largo del río Suchiate pedían la documentación a todo el que cruzaba en balsa, impidiendo el paso a decenas que no la tenían.
Pero el domingo los afectados no eran migrantes con la intención de llegar a Estados Unidos, sino guatemaltecos que acudían a México a comprar y que prefieren optar por estos pasos irregulares que son vitales para el comercio local y que se multiplican a lo largo de una frontera muy porosa marcada por montañas y selva.
“No nos han dejado entrar porque piensan que somos migrantes cuando en realidad sólo venimos por la mercadería”, se quejaba la guatemalteca Amalia Vázquez estancada en la orilla mexicana del río con su bebé a la espalda y siete familiares. Su familia viaja cada mes desde Quetzaltenango, a 100 kilómetros, para comprar plásticos y dulces que luego revenden allá, explicó.
Después de una negociación, migración permitió el paso a su hermana y un familiar luego que dejaran sus credenciales con los agentes migratorios mientras compraban. Cerca, otro grupo de agentes devolvía a un hombre que suplicaba que le dejaran pasar solo a buscar medicinas.
México comenzó este fin de semana con las limitaciones de viaje en su frontera sur teóricamente para evitar contagios por el coronavirus, pero en el río nadie hablaba de la pandemia sino de evitar entradas irregulares.
Además, el gobierno anunció una nueva ofensiva contra el tráfico de migrantes concentrada en detectar a grupos de familias con menores porque son esos grupos los que cada vez están llegando en mayor número a la frontera sur de Estados Unidos.
Source: Mexico