Nadie puede dejar de festejar a la “jefita”, dicen comerciantes

La emergencia sanitaria por el COVID-19 en la Ciudad de México tiene ante sí una de sus más duras pruebas: sortear una de las fechas más especiales en la idiosincrasia mexicana: el 10 de mayo, Día de las Madres, en la cual comerciantes ven en una oportunidad para “alivianar” la situación que ha generado la contingencia, informó la Agencia Notimex.

Los primeros 10 días de este mes están identificados por las autoridades federales de Salud como aquellos en los que se alcanzará la cumbre de contagios por el coronavirus, por lo que el mensaje para persuadir a la población a quedarse en casa se ha ido redoblando.

Por ejemplo, las autoridades capitalinas han ordenado el cierre del mercado de flores de Jamaica, además de los panteones, y han tratado de limitar la movilidad en todas las calles del Centro Histórico. Sin embargo, para quienes tienen que trabajar estos días la fecha deja asomar un halo de esperanza.

“El festejo a las mamás nos tiene que alivianar. Han venido muchas estilistas por tintes; nadie puede dejar de festejar a la jefita, aunque sea pintándole el cabello”, señala Estefanía Puerta, quien sortea a la policía capitalina para poder seguir trabajando.

La mujer, de 25 años de edad, trabaja en una distribuidora de productos de belleza al mayoreo sobre Correo Mayor; no tiene miedo al coronavirus, cree que por trabajar en la misma zona que el presidente Andrés Manuel López Obrador estará protegida.

Ella realiza un viaje de hora y media desde Jardines de Morelos, Ecatepec, en el Estado de México, hasta el primer cuadro de la Ciudad de México, le gusta la música de banda y uno que otro de los temas de reguetón.

Madre de dos hijos, soltera, permanece con el celular en mano o preguntando, asegurando a los capitalinos que aún se acercan a las calles aledañas a Palacio Nacional: “¿Qué buscas?, te lo consigo”.

“¿No temes contagiarte? No traes cubrebocas ni nada que te proteja del contacto con la gente”, se le pregunta y contesta entre risas: “No sé si creer en esa infección, pero si el ‘Preciso’ está aquí y diario sale sin protección, entonces la cosa no está tan grave, ¿no crees?”.

“Me protejo, a veces me pongo el mentado cubrebocas, pero hace un chingo de calor, no puedo hablar por teléfono o ni me entienden, entonces me lo quito. Aquí vienen puros abuelitos, ellos no contagian. Por la gracia de Dios estaremos vivos hasta que él mande”, afirma.

De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), en 2018 se identificó que las mujeres de 15 a 30 años de edad y madres de uno o más hijos enfrentan condiciones adversas en el mercado laboral.

La mitad de las mujeres mexicanas de 15 años y más que son madres de una a dos hijas o hijos, es decir un 49.6 por ciento, participa en el mercado de trabajo, mientras que cuando tienen de tres a cinco hijas o hijos el índice disminuye al 41.4 por ciento, y apenas alcanza el 22.7 por ciento la población de mujeres económicamente activa entre quienes tienen seis o más hijas o hijos.

No obstante, esta realidad no es un tope en el optimismo de Estefanía, que, ante la agudización de la crisis económica por la enfermedad, se enfoca primordialmente en llevar algo de comida a sus hijos.


Source: Mexico