Estudiantes de secundaria, con el rostro son maquilaje; caminaban unas pegadas de otras para aguantar el peso y avanzar al mismo paso mientras cargaban sobre sus hombros un ataúd blanco, adornado por una rosa roja, donde descansaba el cuerpo de Wendy Yoselin, de tan solo 16 años.
Algunas sollozaban del dolor de llevar hacia la tumba a alguien de su misma edad, quien, de acuerdo a las declaraciones de sus familiares, el sábado pasado salió de su casa a dar un paseo con su novio, pero ya nunca regresó.
La quema de cohetes anunciaban la llegada del cortejo fúnebre al panteón Villa Cuahtémoc, el cual había iniciado tres horas antes, desde una vivienda ubicada en la cabecera municipal de Xonacatlán.
Te amo mi amor, te amo mi Wendy. Que Dios ilumine tu camino, corazón, no tengas miedo, donde quiera que andes, no te olvides de mi.
Madre de Wendy
Primas y compañeras de la escuela no dejaron de gritar consignas durante el recorrido. Entre ellas, se encontraba una pequeña de tan solo 9 años de edad, quien exigía justicia y seguridad.
“Ni perdón ni olvido, que encuentren al asesino”, gritaban cerca de 500 personas mientras alzaban pancartas de protesta.
Por: MULTIMEDIOS
Source: Mexico