Frente a la premisa de que el embarazo, parto y nacimiento deben ser eventos naturales —siempre y cuando no haya riesgos o patologías en la madre— cientos de mujeres han buscado la asistencia de las parteras tradicionales y certificadas en los últimos años, en el área metropolitana de Monterrey, informó la Asociación Mexicana de Partería (AMP).
En el marco del Día Internacional de la Partera, este 5 de mayo, Samara Ferrara, integrante del Comité de Difusión de la AMP, sostiene que en Monterrey sólo tres parteras certificadas atienden al menos de 25 a 30 partos en casa al año; sin embargo, las madres y sus hijos se enfrentan a la violencia obstétrica al buscar conseguir el certificado de nacido vivo, que expide la Secretaría de Salud.
“Después del parto, el sistema de Salud nos hace llevar a la mujer al hospital, en este caso al Materno Infantil, las tienen toda la mañana allí esperando, recién paridas, para darles el certificado de nacido vivo.
“Las someten a revisión a ellas y a los bebés, lo que va totalmente en contra de sus derechos, porque el certificado de nacido vivo es un derecho de todos, sin necesidad de someterse a esos procesos”, dijo.
En estados del sur del país donde la partería es más común, dicho certificado —requisito para solicitar el acta de nacimiento ante Registro Civil— lo expiden las propias parteras, indicó.
Añadió además que son sometidas a cuestionamientos rigurosos por parte del personal médico y recordó que la mujer es libre de elegir el espacio donde realizar este proceso.
“Nos cuestionan y hablan muy fuerte sobre por qué estamos atendiendo partos en casa. Además, las parejas que recurren a esto y nosotras mismas tenemos mucha presión social”.
Samara Ferrara, integrante del Comité de Difusión de la AMP.
En cifras: De acuerdo con la Asociación Mexicana de Partería (AMP), en el país hay:
78 parteras certificadas
25 mil parteras tradicionales
35 mil nacimientos atendidos por parteras en 2014
23 parteras certificadas trabajando en el servicio público.
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