
Las mazmorras del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Atlixco lucen oscuras y vacías. Los pocos rayos de sol que se cuelan por las reducidas celdas sólo dejan ver imágenes religiosas, una que otra biblia y una guitarra abandonada. Lo anterior lo publicó el diario El Universal.
Hasta hace 30 días, los diminutos cuartos construidos hace décadas albergaban, cada uno, a cuatro reos apelmazados. En total, 164 internos (incluidas 10 mujeres) purgaban condena en el Cereso de Atlixco, en el Centro Histórico de este pueblo mágico golpeado por el sismo del 19 de septiembre pasado.
El movimiento telúrico dejó al descubierto las paredes cuarteadas construidas con adobe, pero también, por vez primera desde 1936, quedaron deshabitadas las celdas de hombres y mujeres que perdieron el camino.
“Señor, ten piedad de mí, ayúdame, no me dejen sólo, te lo suplico, por favor, usted que es tan grande y poderoso, sé que he pecado, te pido perdón por mis horrores”, se lee escrito con lapicero en una desvencijada biblia en las galeras donde vivían ladrones, homicidas, secuestradores, extorsionadores y tratantes de blancas.
Cambio en los Ceresos. Así como luce la penitenciaría de Atlixco —ubicada en el edificio construido en 1614 que alberga el Palacio Municipal— también se encuentran las cárceles de Izúcar de Matamoros ( en el antiguo Ayuntamiento) y Chietla, que debieron ser desalojadas por los graves daños que les provocó el sismo de 7.1 grados.
Los 379 internos de las tres penitenciarias continúan su condena en el Cereso de San Miguel, en Puebla; mientras que los viejos edificios carcelarios, esperan ser rehabilitados y transformados en museos, donde se conservará, estudiará, expondrá y difundirá la historia del estado.
“Los edificios ya no sirven, son históricos del siglo XVI, XVII y XVIII; tendremos que arreglarlos y serán museos”, anunció el gobernador de Puebla, Antonio Gali.
Los tres órdenes de gobierno construirán tres nuevos penales que suplirán a los maltrechos Ceresos de Atlixco, Izúcar de Matamoros y Chietla, que carecían de las mínimas normas para albergar a los internos.
“Se construyen tres Ceresos nuevos para que los reos tengan un vida mucho más digna”, garantizó el mandatario poblano.
En el funesto 19 de septiembre se activaron los protocolos de protección de los reos; fueron sacados a los patios para resguardar su integridad física y se llevó a cabo una revisi“Se aplicó el protocolo de sismos, que es poner a los reos en lugares seguros, como son los patios, y cada custodio es responsable del área que cuida”, explicó el Secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Morales.
Source: Mexico
