La semana pasada, el peso mexicano resultó ser una de las monedas más golpeadas de América Latina y de los países emergentes, tras presentar una depreciación acumulada de 5.6% frente al dólar, derivado de la incertidumbre sobre la evolución de la economía global.
Sin embargo, la divisa más devaluada de las economías emergentes en lo que va de mayo es el rand de Sudáfrica, con una pérdida de 6.4 por ciento.
Después del peso viene la lira de Turquía, que reporta una depreciación de 5 %, y el peso colombiano, con una disminución de 3.9 por ciento.
Pese a los problemas tanto de crecimiento económico como políticos, el real brasileño reporta una depreciación de apenas 2.5%, mientras el rublo de Rusia muestra un ajuste a la baja de 2.7% y el won coreano, una pérdida de 2.8 por ciento.
El tipo de cambio peso-dólar ahora está reaccionando fundamentalmente a la inquietud que existe en torno al crecimiento mundial, sobre todo la de Estados Unidos, tras el dato de la nómina no agrícola a abril, el cual salió por debajo de los analistas.
El viernes pasado, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos anunció la creación de 160,000 nuevas plazas; sin embargo, el mercado esperaba la creación de 200,000 empleos.
Aumenta aversión al riesgo
El incremento en la mayor aversión al riesgo a nivel global también se explicó por la debilidad mostrada de la economía de Estados Unidos durante el primer trimestre de este año, donde apenas reportó un aumento de 0.5%; la mayoría de los analistas económicos pronosticaba por lo menos un aumento de 1 por ciento.
En ese contexto, los inversionistas se encuentran nerviosos y están buscando activos más seguros, como los bonos estadounidenses y alemanes de largo plazo, los cuales alcanzan rendimientos de 1.75 y 0.12%, respectivamente, cuando la semana pasada mostraban tasas por arriba de 1.8 y 0.15%, respectivamente.
El analista económico senior de CIBanco, James Salazar, comentó que el cambio en el sentimiento de los inversionistas se explica básicamente por las dudas que existen en la evolución de la economía de China, Japón y la eurozona.
Destacó que apenas hace dos semanas los participantes del mercado se encontraban más optimistas, no obstante, con la publicación de nuevos datos económicos, sobre todo de China y Estados Unidos, cambió radicalmente el panorama de las inversiones.
El experto mencionó que la incertidumbre sobre el referéndum que se llevará a cabo a finales de junio, para saber si Reino Unido sigue dentro de la Comunidad Económica Europea (CEE), será otro de los factores que promoverá una mayor volatilidad en el mercado de cambios.
“En las siguientes semanas veremos una mayor volatilidad en el tipo de cambio, derivado del nerviosismo que habrá por la reunión de la OPEP, la junta de la Reserva Federal y el refrendo sobre Reino Unido”, refirió James Salazar.
Escenario se complica
Por su parte, el analista del mercado cambios de MetAnálisis, Mario Copca, destacó que el escenario nuevamente se vuelve a complicar para el peso mexicano, sobre todo por la debilidad que ha mostrado la economía estadounidense en este primer trimestre, “y como la economía mexicana está ligada a la estadounidense, sí nos pega por la posible caída en las exportaciones”.
El analista de MetAnálisis mencionó que existen amplias posibilidades de que el tipo de cambio peso-dólar se mantenga por arriba de 18 pesos, y, de continuar con ese dinamismo de alza, podríamos llegar nuevamente a niveles de 18.40 pesos en las siguientes semanas.
Fuente: El Economista