Petición en Change.org exige castigo a políticos cómplices de tráfico sexual infantil

Una petición en la plataforma Change.org, exige a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) de México y a los gobernadores acabar con el tráfico sexual infantil y con la impunidad de las autoridades mexicanas que permiten y son cómplices de este delito, informó el medio nacional Sin Embargo.

“Hace unos días fue detenido en Australia Matthew David Graham, un joven de 22 años que lideraba una red cibernética de pederastas a nivel global, llamada PedoEmpire. Su captura fue posible gracias al trabajo coordinado del FBI [Buró Federal de Investigaciones], EUROPOL [Policía Europea], la Policía de Canadá y de Australia. México estuvo ausente en estas pesquisas a pesar de que esta red opera abiertamente en territorio nacional”, señala la petición del ciudadano Joaquín Martínez.

El pasado 10 de septiembre, Graham fue arrestado en Melbourne por dirigir una red de sitios de pornografía infantil, que también ofrecían el “servicio” en diversas ciudades del mundo, incluyendo el Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey y Morelia, en México.

En los sitios web se pedía a los clientes de la prostitución infantil tomar “varias precauciones estrictas para evitar ser descubiertos, uno de los cuales era no hacer cualquier consulta sobre las clases de los niños que se utilizarían, y ser pacientes”.

El joven pornógrafo utilizaba el alias de “Lux” y vivía en el sur de Melbourne, operando desde su domicilio los sitios web clandestinos Hurt 2 The Core y Love 2 The Core.

Los visitantes de dichos sitios de Internet tenían que subir videos de abuso infantil para poder convertirse en miembros.Así, Graham utilizaba la “web oscura” para ejecutar su vasta red de sitios de pornografía de menores.

La petición “Basta a la impunidad y al tráfico sexual infantil en México” de Change.org destaca que el grupo de hackers “Anonymous” había denunciado el sitio “Hurt 2 the Core” desde finales de 2013. “En su momento, proporcionó información al Consejo de Seguridad y a la Policía Cibernética, sin que haya obtenido respuesta o sin que los sitios hayan sido desactivados. El entonces Gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo Figueroa, reconoció que había una red en Morelia y que trabajarían con la Policía Cibernética para acabar con el problema. Sin embargo, nunca hubo seguimiento ni mucho menos detenidos”, dijo Joaquín Martínez a la prensa internacional.

México es un paraíso para la pederastia y el abuso infantil, detalla la petición, y recuerda que en el país existen 47 redes criminales para la trata de personas. Reportes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) señalan que el 60 por ciento de la pornografía infantil que circula en el mundo se produce en México.

A falta de cifras oficiales por parte del gobierno, dice la solicitud de Change, instituciones como UNICEF [El Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas] y organizaciones civiles calculan que entre 16 mil y 20 mil niños y niñas mexicanos son víctimas de explotación anualmente.

“Sabemos de sobra que tanto las autoridades como la policía saben dónde están estos niños y estas redes. Es la impunidad y la complicidad las que permiten que estas mafias trabajen en total libertad”, asegura la petición que cuenta con más de 100 firmas.

PROMO-TRATA

La solicitud recupera algunas de las recomendaciones hechas por el Doctor Richard Estes, Profesor en la Universidad de Pensilvania, y el Doctor Neil Weiner, en una investigación de dos años sobre la Explotación Sexual Comercial de niños en Estados Unidos, Canadá y México, mismas que exigen al Gobierno de México y a las autoridades estatales que las adopten.

Aquí algunas de las medidas que solicitan a las autoridades:

La creación de una Agencia Federal o red de agencias y autoridades locales y estatales que tengan como principal responsabilidad el proteger a los niños del secuestro y la explotación sexual.
Lanzar una campaña mediática preventiva dirigida a padres de familia, niños y sociedad en general en donde se informe del problema y los mecanismos que puedan proteger a los niños de la explotación sexual. Esta campaña debe incluir redes de televisión, publicidad impresa y espectaculares para sensibilizar a la ciudadanía.
Es fundamental que se castigue y culpabilice a los explotadores y abusadores, no a los niños abusados, quienes con frecuencia son revictimizados por las autoridades que deberían protegerlos. Deben desarrollarse protocolos de cooperación entre autoridades que faciliten denuncias y protejan a los niños denunciantes, al tiempo que garanticen que se detenga tanto a los traficantes de niños como a los clientes que demandan estos servicios.
Cualquier servidor público identificado en estas redes, además de ser castigado penalmente, debe quedar imposibilitado de trabajar permanentemente en la Administración Pública.
A nivel federal y estatal, es necesario desarrollar y armonizar una legislación que incorpore la protección de defensa de los niñospara prevenir la trata. Ello debe traducirse en que las autoridades locales, estatales y federales desarrollen planes estratégicos para implementar mecanismos vinculados a la explotación infantil.
El Gobierno federal debe crear incentivos financieros para gobiernos locales y estatales a fin de implementar las leyes de protección a los niños. Por su parte, las autoridades locales y estatales deben garantizar que las instancias que se encarguen de proteger a los niños cuenten siempre con recursos suficientes para su funcionamiento.

Se debe tipificar e incrementar el castigo a los criminales para reducir la explotación sexual infantil.
Crear un Centro Nacional de Inteligencia sobre Explotación Sexual Infantil, incluyendo su explotación a través de Internet.
Incremento en el número de expertos nacionales en materia de explotación sexual infantil. No solamente en materia forense, sino a nivel psicológico, de trabajadores sociales, educadores, abogados, y todos aquellos campos que requieran experiencia en explotación sexual infantil.
Para ello, el gobierno debe crear y ampliar programas de educación continua enfocados a incrementar el número de expertos y sus herramientas de conocimiento.