Pidió a sus amigos que no fueran al Colegio al día siguiente, pues iba a haber una masacre. Así se interpretó el diálogo que hizo el adolescente de 15 años de edad quien hoy se quitó la vida luego de abrir fuego en su salón de clases en la escuela privada en la ciudad de Monterrey.
En la conversación ‘Fede’ sólo les puso a las 5:05 de la tarde “Mañana no vengan”. Los amigos quienes al parecer conocían de sus conductas comenzaron a responderle, pues uno de ellos puso: “Va a balacerar”.
Cabe recordar que los hechos ocurrieron minutos después de las ocho de la mañana. Aldo Fasci, vocero del Grupo de Coordinación de Seguridad, dijo que el episodio duró pocos segundos. El agresor, F. G., hizo el primer disparo sentado desde su pupitre. La primera bala impactó en la cabeza de uno de sus compañeros que se encontraba a poco más de un metro de distancia. El atacante se puso de pie y disparó a Cecilia Solís, que se hallaba de espaldas repartiendo hojas a los estudiantes. Tras el segundo disparo, el resto de la clase se metió debajo de los escritorios. El muchacho abrió nuevamente fuego contra un compañero que estaba arrinconado. Después del cuarto disparo hizo una pausa y se llevó la pistola calibre 22 a la cabeza para quitarse la vida, pero el disparo falló y la bala impactó el techo. Tras recargar el arma se disparó en la barbilla y cayó al suelo entre borbotones de sangre, según muestra un vídeo filtrado por las autoridades encargadas de la investigación.
Las autoridades han dicho a los medios de comunicación que tres heridos en el Colegio están en el quirófano, donde los médicos tratan de salvarles la vida. Entre los heridos de gravedad se encuentran dos estudiantes: A. C. R., mujer de 14 años y L. R., hombre de 15 años. La maestra Solís, que tiene lesiones en el cráneo, también está debatiéndose entre la vida y la muerte. Otro estudiante más, M. C., de 14 años, está fuera de peligro porque solo tuvo heridas de bala en un brazo.
El agresor también fue trasladado a un hospital privado, donde médicos los trataron por las heridas de bala en la cabeza y en la boca. Los doctores, sin embargo, lo declararon con muerte cerebral este mediodía. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, dijo que el estudiante dejó de recibir atención médica y murió minutos después.