La Catrina se convirtió en el icono que identifica la celebración de Día de Muertos en México, gracias a la intervención del muralista Diego Rivera, quien la despojó de la crítica social que le dio origen y la dotó de la elegancia y figura con la que es conocida en todo el mundo.
La imagen surgió en 1912 de manos del grabador mexicano José Guadalupe Posada para ilustrar unos versos en rima a propósito del Día de Muertos -conocidos como “calaveritas”- y mofarse de las clases sociales, explica a Efe Verónica Zacarías, profesora y guía del Museo José Guadalupe Posada en la ciudad de Aguascalientes.
Posada, grabador y caricaturista originario de Aguascalientes (1852-1913), creó la “Calavera Garbancera”, un personaje con el que criticó a las empleadas domésticas que deseaban verse y vestirse como las damas adineradas de la época postrevolucionaria en la Ciudad de México.
“La intención de la ‘Calavera Garbancera’ de Posada era representar a aquellas mujeres que lograban un estatus social alto y que dejaban sus costumbres por tratar de vestirse y comportarse a la usanza europea”, señala Zacarías.
Además, eran duramente criticadas en los versos que acompañan la ilustración de la autoría de Antonio Vanegas, editor del diario en el que Posada trabajaba.
“Hay hermosas garbanceras de corsé y alto tacón, pero han de parar en calaveras, calaveras del montón”, se lee en una vieja copia del verso resguardado en el museo junto a la placa de metal original que sirvió para la impresión.
La calavera es retratada del pecho hacia arriba con una expresión de felicidad en el rostro y ataviada con un amplio sombrero adornado con plumas y flores.
Posada le dibujó unos moños detrás de las orejas, como solían usar las empleadas domésticas, para “recordarles sus orígenes”, añade Zacarías.
Unos años antes de estallar la Revolución, el arista solía trabajar en ilustraciones que tenían como protagonista a la muerte, inspirado en personajes de la vida cotidiana que abordaba desde la sátira y el humor ácido.
Muchos de sus trabajos influenciaron a artistas como José Clemente Orozco, Leopoldo Méndez y Pablo O’ Higgins, afirma la profesora.
Fuente: Sin Embargo
Source: Mexico


