Tras 20 meses de lucha, el mexicano Ubaldo Clemente pensó que las autoridades de migración corregirían la injusticia que se cometió en su caso y le permitirían reunirse con su familia en California, pero la pandemia del coronavirus truncó su sueño y ahora lo único que espera es conseguir un permiso humanitario para ingresar a Estados Unidos y poder sepultar a su esposa.
“Lo único que quiero es despedirla, decirle adiós. No es mucho lo que espero de las autoridades de migración después que me separaron de mi familia por un error de ellos”, dijo entre lágrimas Clemente en una llamada telefónica con Efe desde Tijuana, México.
Gladys Clemente, esposa de Ubaldo, falleció el jueves pasado en su vivienda en Los Ángeles tras contagiarse del coronavirus.
“Hablé con ella por la noche del miércoles para ver cómo seguía del dolor de pecho que tenía. Le dije ‘Mi amor, ¿Cómo sigue de esa gripe? Ella me contestó que se sentía cansada”, cuenta el mexicano sobre la última vez que pudo hablar con su esposa.
Los resultados de la prueba del coronavirus que se había hecho la migrante de origen salvadoreño aún no llegaban, y la familia pensaba que era una gripe. La mañana del jueves su hija la encontró sin vida en su cuarto.
“Si yo hubiera estado allá, tal vez las cosas hubieran sido diferentes”,
Fuente: Sin Embargo
Source: Mexico
