El diario Reforma publicó que tras pagar montos millonarios con cargo al bolsillo de los mexicanos, el Senado recibió en 2011 un sistema de vigilancia “chatarra” que este año debió ser sustituido.
De acuerdo con un reporte interno de la Cámara alta, el supuesto edificio inteligente fue entregado con un equipo de video severamente deficiente, obsoleto, con baja resolución, sin detección de movimientos y sin capacidad para grabar los incidentes.
Según el informe, las condiciones del sistema provocaron “problemas de seguridad” que obligaron a los senadores a contratar más personal para garantizar la seguridad de las instalaciones.