La vaquita marina, especie endémica de México, está a punto de desaparecer y es necesario tomar medidas urgentes y “agresivas” para intentar salvarla. Una de ellas es el cautiverio y otra, según el Centro para la Diversidad Biológica (CDB), es que el Gobierno de Estados Unidos imponga sanciones comerciales que obliguen al Gobierno de Enrique Peña Nieto a actuar con prontitud.
El CDB, una organización con base en Estados Unidos, informó que emplazó formalmente, mediante una acción legal, al Gobierno del vecino del norte con el fin de obligarle a sancionar a las autoridades mexicanas por no actuar contra la pesca ilegal del pez totoaba.
En diversas ocasiones, organizaciones de la sociedad civil han alertado que la pesca ilegal de la totoaba –especie que también se encuentra en peligro de extinción– ha causado el declive continuo de la vaquita marina, de la que quedan apenas 30 individuos en vida silvestre.
En el marco de la Conferencia de las Partes (COP13) del Convenio de Diversidad Biológica, celebrada en Cancún Quintana Roo, activistas denunciaron que la pesca no ha parado. Además acusaron que ni las autoridades ambientales ni las pesqueras han informado qué acciones planean implementar cuando concluya la veda anunciada el año pasado, por el Presidente de México, que prohibe por dos años el uso de redes de enmalle que resultan dañinas para la vaquita marina.
En entrevista con SinEmbargo, Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, explicó que bajo la Ley “Enmienda Pelly” de Estados Unidos, los secretarios de Interior y Comercio de ese país pueden “certificar” a cualquier nación que “disminuya la efectividad” de un tratado de vida silvestre.
Lo anterior significa que si el Gobierno de Peña Nieto obtiene dicha certificación, la nueva administración de Donald Trump podría sancionarlo prohibiendo el ingreso de camarón y otras importaciones de recursos pesqueros lucrativos a Estados Unidos, advirtió el Centro.
En este caso, tanto la totoaba como la vaquita están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES) de 1973, que prohíbe el comercio internacional de ambas especies.
Desde 2014, recordó Olivera, el CDB instó al Gobierno estadounidense a certificar a México por violar dicho tratado por su comercio ilegal de totoaba.
Olivera consideró que “hasta que el Gobierno mexicano no sienta una presión del Gobierno estadounidense por alguna sanción comercial, es cuando se darán las medidas” para la protección de la vaquita.
Agregó que las sanciones, que dependen de la Casa Blanca, pueden ir desde el cierre de puertos a embarcaciones pesqueras mexicanas, hasta el embargo comercial de productos pesqueros.
“Hay que tomar medidas urgentes y más fuertes. La vaquita está al borde de la extinción y el Gobierno mexicano, desafortunadamente, no actúa si no hay una presión internacional. Ha sido decepcionante ver cómo han pasado los años y a pesar de haber incrementado la vigilancia en el Alto Golfo, el número poblacional de la vaquita va hacia abajo”, recriminó.
Sarah Uhlemann, directora del programa internacional en el Centro, alertó que “las vaquitas se están muriendo y el Gobierno mexicano está ignorando ociosamente esta tragedia […] La vaquita está a punto de desaparecer de la Tierra, así que el tiempo de diplomacia ha terminado. Se requieren medidas más agresivas para obligar acción del Gobierno mexicano”.
“Estados Unidos tiene la autoridad legal y el deber moral de tomar medidas agresivas contra México, incluyendo la aplicación de un embargo económico al camarón. La supervivencia de la vaquita depende de la acción inmediata de ambas naciones”, agregó.
EU ENTRENA DELFINES PARA CAPTURAR VAQUITAS
En marzo del año pasado, tres vaquitas marinas fueron encontradas muertas a consecuencia de las redes que son utilizadas para la pesca ilegal de la totoaba en la zona del Alto Golfo. Además, recientemente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con apoyo de las secretarias de la Marina Armada de México (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena), hallaron docenas de redes de totoaba sumergidas en un corto perímetro.
En días recientes, expertos internacionales informaron que la Marina de Estados Unidos entrena delfines para participar en un último esfuerzo para proteger a las pocas vaquitas marinas que quedan en México a través del cautiverio.
Al respecto, Olivera opinó que “es una lástima que se tenga que llegar a este tipo de opciones, son necesarias, pero sin duda se muestra el fracaso del Gobierno en poder recuperar la especie en su hábitat natural”.
No obstante, apuntó, se trata de una estrategia “bastante riesgosa” que en caso de ser exitosa debe poner a trabajar a ambos gobiernos y no hacerlos bajar la guardia. “Esperamos que no sea el pretexto para permitir el uso de redes y descuidar la vigilancia [en el Alto Golfo]. Y que tampoco se preste para ser una zona de observación, por ejemplo, cobrar para ir a ver a la vaquita, como un tipo delfinario”, señaló.
Hace algunas semanas, Miguel Rivas, coordinador de la campaña de Océanos de Greenpeace en México, dijo a este medio que mantener a la especie en cautiverio supone una “medida desesperada”, derivada de un programa integral de conservación que hasta el momento no ha funcionado.
Por ello, agregó, que las autoridades deben evaluar si será una opción acertada y asumir el riesgo. Pero reconoció que implementar el programa podría generar incertidumbre para la vaquita.
“Llegamos a este punto porque la autoridad nunca pudo poner un freno a la pesca de la totoaba. Porque nunca hubo una verdadera disposición de terminar con ese tema de raíz”, acusó a finales del mes pasado.
Sin Embargo