El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, César Camacho Quiroz, rechazó que su partido esté en crisis; sin embargo, reconoció que son momentos difíciles, pues en lo general los resultados electorales del pasado 5 de junio le fueron adversos, lo que tendrán que analizar a profundidad.
En entrevista, el diputado federal comentó que la renuncia de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI representa el cierre de un ciclo y que para este partido está pendiente el diagnóstico profundo, completo y con el mayor lujo de detalle de lo que ocurrió en los procesos electorales del pasado 5 de junio.
Agregó que en consecuencia “no es la noche de los cuchillos largos”, pero sí el tiempo de hacer una análisis cuidadoso y preciso con neurocirugía, es decir, “no irse con el bulto hay que llegar a los detalles de qué paso en los estados, qué paso en los municipios y en algunos casos en regiones específicas”.
Agregó que “hay que aprender la lección no hay que quedarnos atados al 5 de junio, hay que ver para adelante. Por lo pronto nosotros, quienes integramos la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, estamos trabajando”, dijo.
Adelantó que mañana miércoles 22 de junio se reunirán los diputados del PRI, con el fin de continuar el análisis tanto del 5 de junio como de lo que les espera en los siguientes meses.
Reiteró que los legisladores priistas están “listos y dispuestos a seguir siendo compañeros de trayecto y de destino de Enrique Peña Nieto, nuestro compañero de partido, nuestro Presidente de la República, cuyas iniciativas creemos y con quien hemos mantenido y mantendremos, con él y su gobierno, una comunicación fructífera y permanente”.
También informó que el PRI tiene que prepararse para su Asamblea Nacional que se realizará probablemente en marzo de 2017, lo que ayudará porque será el preludio para el proceso electoral en los estados de Nayarit, Estado de México y Coahuila.
Al preguntarle si él volvería a la dirigencia nacional del PRI, respondió que por estatutos esta impedido, pero comentó que el perfil de quien dirija próximamente al PRI tendrá que ser alguien reconocido por la base militante o un político con una visión mucho más amplia.
Lo anterior para enfrentar el doble reto que tiene esta fuerza política que es: “amacizar la militancia; solidificar los sectores, las organizaciones y la organización territorial, e ir por los ciudadanos sin militancia, que son los que dan al final el triunfo a los partidos”.
El PRI tiene que evitar la tentación de la miopía, de ver en corto, y tiene que buscar donde están las fibras sensibles de una sociedad demandante, exigente, enterada que nos pone a prueba en cada episodio electoral”, afirmó.