Daphne Fernández respondió a la defensa que hizo la madre de uno de los jóvenes a quienes acusa de haberla violado y aseguró que pese que su hijo no es señalado de algún delito, no hizo nada para evitarlo.
Este día, la señora publicó un desplegado en un diario local en Veracruz, en donde recriminó a los medios de comunicación nacionales e internacionales, a los líderes de opinión, al padre de la joven, Javier Fernández, a ella, y a la opinión pública, por el “juicio sumario en contra de su hijo”.
En un carta difundida por el medio veracruzano El Dictamen, Rocío Acosta Fernández de Rodríguez, madre de Gerardo Rodríguez Acosta, el único de los cuatro jóvenes señalados por la agresión al que no se le giró orden de aprehensión, reprochó: “sin tener más elementos que un video manipulado, todos usted con índice de fuego lo han señalado y marcado de por vida de ser lo que nunca fue y ahora tendrá que vivir con ese estigma”.
La joven respondió esta tarde a través de su perfil de Facebook y en un mensaje acusó a la mujer de mentir y señaló que el hecho de que no se haya iniciado un proceso legal contra Gerardo no significa que sea inocente.
¿Porque no hizo nada cuando comencé a llorar y a decirle a Diego y a Jorge que dejaran de hacerme lo que hacían?, ¿Por que no se digno a decirle a Jorge ‘oye regrésale su teléfono’ después de literalmente SUPLICAR que me lo dieran?, ¿Que le costaba decir ‘déjenla’?, ¿Porque cuando me cambiaron para adelante (porque si me CAMBIARON YO NUNCA PEDI EL CAMBIO YO SOLO PEDIA QUE ME DEJARAN EN PAZ Y QUE ME REGRESARAN MI TELEFONO) me agarro del brazo y me metió en la parte delantera del coche?, escribió en el mensaje.
Daphne recodó a la mujer que aceptó la participación de su hijo en las reuniones en las que participaron también los padres de Enrique Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales y Diego Cruz Alonso, jóvenes conocidos como Los Porkys de Costa de Oro, cuyos audios han sido difundidos en medios de comunicación:
“Dices que el video esta manipulado … Que triste no cabe duda que hay un dios que todo lo ve, te refresco la memoria cuando dijiste “tanto peca el que mata la vaca como el que jala la pata” (refiriéndote a tu hijo) Y también dijiste: ‘estoy muy consciente y asumo como si hubiera sido el principal, no creas que te estoy diciendo otra cosa que no, lo asumo’ esto se escucha claramente en el audio del día 29 de abril”.
La joven señala que la situación actual se hubiera evitado si los padres de los jóvenes no “hubiesen inventado” mentiras:
“¿Y yo que? ahí es donde me das lastima Rocio, porque me queda claro que aun no puedes ver, no logras comprender que esto se pudo haber evitado si hubieran sido justos, si hubiesen jugado limpio, si no hubiesen inventado tantas porquerías. Hasta el día de hoy te pregunto ¿Que has ganado? ¿Porque sigues mintiendo? ¿Con que fin? Por que si es con el fin de salvar a tu hijo, eso solo lo podrías INTENTAR socialmente porque en la memoria de tu hijo SIEMPRE VA A ESTAR lo que sucedió esa noche”.
En su inserción, Rocío Acosta arremetió en contra de los medios, líderes de opinión, la opinión pública, y en contra de Daphne y su padre, a quienes acusó de haberse “erigido como los jueces de la gran Corte”, y por haber hecho un juicio sumario en contra de su hijo “acusándolo sin dejar lugar a dudas según todos ustedes, de ser un violador tumultuario”.
“Sin tener más elementos que un video manipulados, todos ustedes con índice de fuego lo han señalado y marcado de por vida de ser lo que nunca fue y ahora tendrá que vivir con ese estigma”, acusó.
Destacó que la autoridad competente determinó que su hijo Gerardo Rodríguez “no tuvo ninguna participación en los hechos de aquel enero de 2015 -si es que verdaderamente existieron”, y dijo, que pese a ello, “para todos ustedes ha sido, es y no dejará de ser culpable”.
“Culpable de un delito que no cometió, pero que por la irresponsabilidad y barbarie de todos ustedes deberá vivir con eso, que hasta se atrevieron a publicar direcciones, caras, nombres completos incluso ponerles un apodo como si fuera el peor de los delincuentes”, recriminó.
Sin Embargo