La salida de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), anunciada por el presidente electo Donald Trump como una de sus promesas de campaña, podría demorar hasta 4 años debido a una serie de candados y disposiciones legales, coincidieron analistas financieros consultados por el diario El Economista.
Por otro lado, ducha salida desataría una oleada de demandas contra Estados Unidos ante instancias internacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), además de “introducir graves distorsiones en el esquema de comercio internacional”, y dañar irreversiblemente la credibilidad y la reputación de la primera potencia del planeta”.
Así lo aseguró el socio legal de INTRADE Consultores, Juan Antonio Barragán, quien explicó, si bien existe un artículo en el TLC donde se puede denunciar al acuerdo con el argumento de alteraciones a la soberanía nacional, esto no implica que el país pueda salir del acuerdo de inmediato.
“Estados Unidos tiene el derecho legal de denunciar, bajo una declaración unilateral de retirarse el acuerdo, en donde rompe compromisos y acuerdos a nivel Estado, y seis meses después debe notificar su intención de hacerlo, por escrito a sus contrapartes, para posteriormente entrar en vigor dicha baja”.
“Pero no es fácil, no por el proceso legal de la carta de intención de denuncia, sino por la presión política y los intereses económicos internos e internacionales”, apuntó.
El TLCAN es “imposible frenar, porque no puedes parar un tren cuando ya va encarrilado”, apuntó por su parte Edmundo Enciso, de la Comisión de Comercio Exterior de Coparmex.
“Las trasnacionales han establecido vínculos en combinación de los tres países. Sería una ruptura poco viable, porque legalmente tiene distintos niveles. Además, muchas de las exportaciones de México a EU son principalmente de empresas estadounidenses; sería ponerles un impuesto a sus propias empresas, lo que no es viable”, remató.