Casi todos los mexicanos desconfían de las autoridades judiciales a nivel municipal, estatal y federal, mientras que la mitad de los ciudadanos está convencida de que el crimen organizado penetró la estructura de gobierno de los municipios, y el 75% considera que debe haber un trabajo coordinado entre los tres niveles de gobierno, revela un estudio del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Encabezados por su exdirector, Diego Valadés, investigadores del Instituto entregaron ayer al Senado el estudio Percepciones del Federalismo en México, elaborado con base en una encuesta nacional realizada por Julia Flores, y que permite a los especialistas detectar que es necesario abrir una discusión sobre el tipo de federalismo que desean los ciudadanos, porque no les gusta el modelo de que cada instancia de gobierno tenga funciones exclusivas; les gusta más la colaboración.
El análisis del Instituto muestra que únicamente el ocho por ciento de los mexicanos tiene confianza en las autoridades de justicia a nivel municipal y estatal; esto implica que el 92% no tiene confianza alguna en ellas.
Ocurre algo similar con las instituciones de justicia a nivel federal. Sólo el 9.7% de los ciudadanos tiene confianza en ellas, lo que implica que el 90.3% las considera no confiables.
“Cuando se pregunta qué nivel de preocupación existe en cuanto a la penetración de las organizaciones delictivas en el ejercicio del poder, encontramos que con relación a los municipios y a los estados, el porcentaje que teme que haya injerencia de organizaciones delincuenciales va del 40% al 51%, de suerte que nos está hablando de una enorme preocupación por lo que respecta a la penetración de este proceso altamente erosivo de la autoridad”, explicó Diego Valadés.
José María Serna añadió que el 58.1% considera que los problemas de inseguridad rebasan a los municipios; el 54.3% percibe que los problemas de salud rebasan al municipio y el 61.8% considera que los problemas de educación rebasan a su autoridad municipal; esa observación de carencia en la eficiencia de gobierno lleva a que 52% de los encuestados considere positivo que los alcaldes sean puestos por el gobernador, y no electos en las urnas.
“Esto es preocupante puesto que se está favoreciendo la concentración del poder; se está premiando la eficacia y se está haciendo ceder el principio democrático, la legitimidad de origen de la autoridad municipal”, dijo.
Diego Valadés explicó que el 75% de los ciudadanos considera que es mucho mejor que exista una coordinación de trabajo entre los tres niveles de gobierno; “esto es, la percepción de la sociedad no es una percepción de exclusividad ni de aislamiento, sino de cooperación”, lo cual lleva a la reflexión en torno al modelo de federalismo, que ya no debe ser dual, sino de integración o de colaboración, en lo cual coincidió Serna.
El exdirector del Instituto de Investigaciones jurídicas explicó que el 56% de los ciudadanos considera que los alcaldes deben resolver los problemas propios del municipio, lo cual lleva a la necesidad de su profesionalización; por eso, propuso la creación de un Servicio Nacional Civil Municipal para preparar a los diferentes funcionarios de ese nivel.