La pugna de dos grupos preponderantes en Acción Nacional vivida los últimos cinco años: el calderonista y el maderista, se ha reconfigurado con la llegada de Ricardo Anaya Cortés a la dirigencia nacional del partido, según un reportaje de Excélsior.
La plenaria de los diputados federales panistas a la LXIII Legislatura, que concluyó ayer martes en Tijuana, Baja California, fue escenario donde se pudo observar los nuevos tres grupos mayoritarios dentro del PAN, que han comenzado a medir fuerzas.
Ahora los liderazgos panistas gravitan entre el grupo del dirigente Ricardo Anaya, el del expresidente del partido Gustavo Madero y el del gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, mientras que el otrora grupo calderonista ha quedado disperso en esta nueva correlación.
La medición de fuerzas seguirá mañana, cuando Anaya presida la plenaria de los senadores del PAN, donde se tiene previsto que designe coordinador de la bancada a Ernesto Ruffo, quien se convertirá en el presidente del Senado, al corresponderle al panismo estar al frente el primer año de la LXIII Legislatura.
En tanto, el sábado el grupo de Gustavo Madero construirá un dique para frenar a Anaya, y esto será en la sesión del Consejo Nacional del PAN —órgano en su mayoría maderista— que tendrá ese día la tarea de conformar una nueva Comisión Permanente, órgano que determina las principales directrices del partido.
El actual Consejo Nacional, electo el 30 de marzo de 2014 y que estará en funciones hasta 2017, está integrado en cerca de 60 por ciento por maderistas, quienes estarán en posibilidades de acotar las acciones de Ricardo Anaya, al buscar sumar para esta causa al grupo de consejeros cercanos al gobernador poblano, Rafael Moreno Valle.
En la conformación de su nuevo grupo político, Ricardo Anaya Cortés ha sido cobijado por liderazgos como Ernesto Ruffo, Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda, quienes incluso ocuparán carteras importantes en el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Gustavo Madero, quien cuenta con amplio respaldo entre los diputados federales del PAN en la LXIII Legislatura, que entrarán en funciones a partir del 1 de septiembre, tiene como operador a Jorge Villalobos y al diputado electo Ulises Ramírez, así como a senadores como Laura Rojas, entre otros.
Hasta ahora Madero sigue contando con el respaldo de gran parte del ala doctrinaria conocida como El Yunque, entre ellos Cecilia Romero y Marco Antonio Adame, exgobernador de Morelos.
Por lo que toca al grupo de Rafael Moreno Valle, éste se ha ido consolidando en los últimos años y tiene como operador a Eukid Castañón Herrera, pero al mismo se han integrado antiguos calderonistas que ahora trabajan para el gobierno estatal, como Maximiliano Cortázar, mientras otros elementos del calderonismo, como los senadores Javier Lozano y Roberto Gil Zuarth, oscilan entre esta corriente y la de Anaya Cortés.
A decir de las fuentes panistas consultadas, esta división en el PAN es la antesala de la disputa de la candidatura presidencial para 2018 entre Anaya Cortés, Madero Muñoz y Moreno Valle.
Las fuentes indicaron que entre las razones que orillaron a Ricardo Anaya a no designar a Gustavo Madero al frente de la bancada del PAN en San Lázaro están que el grupo del exdirigente nacional ya había incluso hasta repartido comisiones y cargos para los nuevos diputados panistas en San Lázaro.
Precisaron que el mexiquense Ulises Ramírez, seguro de que Madero estaría al frente de los legisladores, ya había hecho una lista de designaciones, también asesorado por el diputado saliente Jorge Villalobos.
Aun cuando en Tijuana, posaron juntos para la fotografía Ricardo Anaya, Marko Cortés y Gustavo Madero, esta gráfica dista mucho de representar la unidad siempre deseada en Acción Nacional.
Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN, afirmó que “no hubo ningún veto” contra Gustavo Madero, al dejarlo fuera de la coordinación de los diputados del blanquiazul.
En entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, Anaya Cortés afirmó que luego de consultar a cada diputado electo le informó al mismo Madero la decisión de nombrar a Marko, “y éste le dio la bienvenida”.
“Jamás hubo un condicionamiento de Madero”, enfatizó Anaya; recordó que “él mismo dijo públicamente, en julio, que no buscaría la coordinación, para que hubiera caras nuevas”.
Así se decidió por Cortés, dijo, y “lo hablamos Madero y yo en días recientes. Le informé de mi decisión, pero no nos reunimos a acordar quién sería el coordinador”, aclaró. Por eso le extraña el presunto audio donde Madero habla de sufrir veto.