En sólo un trimestre el Senado diluyó el ahorro que había logrado en los primeros seis meses del año, con decisiones como aumentar 30 veces el gasto en el mantenimiento y rehabilitación de sus edificios y 18.9 veces más en las ceremonias que realizan sus órganos de gobierno.
El Senado hizo públicos sus estados financieros al 30 de septiembre de este año y es evidente que ya no tiene los ahorros que concretó en los primeros seis meses, cuando reportó que había logrado disminuir sus gastos en 11.17%, lo que implicaba un ahorro de 256 millones 529 mil 728.19 pesos.
El reporte actualizado muestra ahora cero pesos de ahorros y en rubros como los ceremoniales de los órganos de gobierno, como son la Mesa Directiva y el Instituto Belisario Domínguez, pasó de un nivel de gastos de 171 mil 471.20 pesos a tres millones 244 mil 752.38 pesos, pero el rubro de mayor crecimiento es el gasto en mantenimiento y rehabilitación de sus edificios, que pasó de 381 mil 18 pesos a 11 millones 726 mil 886.11 pesos; es decir, aumentó 30 veces.
Y aunque había ofrecido ajustar sus gastos, el Senado tendrá para 2016 cuatro mil 421 millones 972 mil 587 pesos, lo que equivale a una mejora de 3.6%, por arriba del índice inflacionario que se espera, de 3.5%.
Pero en el reporte de la forma en que ha gastado el dinero durante los primeros nueve meses del año, el Senado deja ver que si bien logró ahorros importantes durante el primer semestre, en el tercer trimestre decidió que todo ese dinero se canalice a otras áreas; es decir, a fin de cuentas lo gastó y esos ahorros se convirtieron, de facto, en un reacomodo de bolsas presupuestales.
Así, se observa, por ejemplo, que desde enero hasta el 30 de junio el Senado gastó 12.7 millones de los 13.2 millones de pesos programados para las comidas, ya hacia el 30 de septiembre reportó que gastó íntegros los 19 millones 972 mil 923.40 pesos que tenía etiquetados para ese rubro.
Información de: Excélsior