Gustavo Madero quiere que Ricardo Anaya decida ya si quiere ir por la Presidencia de la República y si así lo decide, entonces que renuncie a la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) y que construya su candidatura, informó Radio Fórmula.
El líder panista “tiene un conflicto de intereses: si realmente decide que quiere ser candidato a la Presidencia, que es muy legítimo, no puede ser al mismo tiempo árbitro, y aspirante y jugador”, comentó.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, en Radio Fórmula, Madero, quien reiteró que Anaya no permitió que fuera el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, dijo que no se convertirá “en el Ernesto Cordero de la Cámara de Diputados”, pues no va a ser factor de división en su bancada.
“Lo que hizo él (Cordero) fue formar un grupo de rebeldía en el Senado que se opuso al partido, a sus decisiones”, explicó Madero, quien aseguró que él, por el contrario, lleva un año siendo diputado y apoyando las decisiones de la bancada de su partido.
Y es que recordó que cuando Anaya ganó la presidencia del PAN, en agosto de 2015, se reunió con él y “un testigo, y me dice: tú no debes ser (coordinador). Y le dije: cabrón, es justo lo que yo pensaba, pero ya me hiciste parecer como que yo estaba empecinado en ser el coordinador”. Comentó que en ese momento le ofreció la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
En este sentido, Madero indicó que el líder del PAN hizo parecer que la decisión la tomó él y no Gustavo Madero. “Para eso yo sí estaba convencido de tener el mejor perfil: no para coordinar, pero sí para presidir por un año”, comentó.
Indicó que a Madero le critica el uso de spots para promover su imagen. “Que esté tomando las decisiones internas, de designaciones, para ver la lógica de cómo se fortalece él”, rodeándose de gente cercana a su proyecto para que no se le haga “sombra”.
Madero exhortó al PAN a que haya unidad y ganar la presidencia en 2018, aprovechando que “el PRI está en su peor momento de prestigio”.
Consideró que si bien Ricardo Anaya “sorprendió a muchos por su elocuencia, por su capacidad histriónica al final del día lo que está mostrando inconsistencia en su posición discursiva y, sobre todo, incongruencia porque no sostiene lo que dice con lo que hace, ni con lo que dice con lo que cumple”.