Superávit comercial de México con EU alcanzó nuevo máximo en el 2024

El superávit comercial de México con Estados Unidos rompió récord en 2024, al crecer a una tasa interanual de 12.7% y alcanzar los 171,809 millones de dólares. 

Esta tendencia adquiere mayor relevancia porque el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene la intención de generar políticas públicas internas o negociaciones con terceros países para reducir el saldo negativo de Estados Unidos en su balanza comercial de productos.

Considerando su comercio con todo el mundo, las importaciones de productos a Estados Unidos fueron de 3.3 billones de dólares en 2024, y las exportaciones desde este mismo país totalizaron casi 2.1 billones de dólares, lo que arrojó por consiguiente un déficit de alrededor de 1.2 millones, un saldo negativo que creció 14% a tasa anual.

Tras su toma de posesión, Trump firmó el memorando de la política comercial America First, que identifica una serie de acciones que deben completarse antes del 1 de abril de 2025, incluidas la de investigar las causas de los “déficits comerciales de bienes de los Estados Unidos, así como las implicaciones y riesgos económicos y de seguridad nacional resultantes de dichos déficits”, y recomendar “medidas de respuesta”.

El comercio de Estados Unidos con México y Canadá representa casi 30% de las importaciones del país, lo que convierte a esta relación en un objetivo para la agenda nacionalista del presidente Trump.

Trump ha criticado a los países con los que Estados Unidos tiene un gran déficit comercial, argumentando que el país se encuentra en una situación de desventaja que necesita corregirse mediante aranceles. Sin embargo, de acuerdo con JP Morgan, la elasticidad de sustitución de muchas de las principales importaciones estadounidenses de México y Canadá es inferior a la media, lo que significa que los posibles aranceles probablemente conducirían a precios internos más altos.

En 2024, Estados Unidos registró déficits en su comercio de productos de 63,336 millones de dólares con Canadá y de 295,402 millones de dólares con China. Además, tuvo saldos negativos con Vietnam, India, Taiwán, Corea del Sur y la Unión Europea a niveles récord.

Desde la perspectiva de JP Morgan, si bien los déficits comerciales son centrales en las críticas de Trump a Canadá y México, hay otras cuestiones en cada relación bilateral que será clave vigilar en caso de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) se use, como ya ocurrió, a manera de palanca para abordar preocupaciones no comerciales.

Trump ha criticado la dependencia de Canadá del apoyo militar estadounidense, abogando por compartir los costos. En su administración anterior, también criticó el sistema de gestión del suministro de productos lácteos de Canadá, argumentando que imponía aranceles injustamente altos a los productos lácteos estadounidenses y creaba barreras para los agricultores estadounidenses.

En la relación entre Estados Unidos y México, los principales problemas son el comercio, la inmigración y la seguridad. En 2019, el presidente Trump amenazó con aumentar los aranceles a las importaciones de productos mexicanos, si México no controlaba la inmigración de América Central y del Sur a través del país hacia Estados Unidos, lo que llevó en parte a la creación del T-MEC en 2020.

De forma similar, es probable que el acuerdo se use una vez más como palanca para negociar políticas de inmigración más estrictas con México y un mayor enfoque en la seguridad fronteriza. Para JP Morgan, lo que es diferente esta vez es la declaración de “emergencia nacional” en la frontera entre Estados Unidos y México.

Anatomía del déficit

En general, hay un consenso entre economistas en que los aranceles constituyen una herramienta de poca utilidad la para revertir el déficit comercial de un país, ya que estos son causados por fenómenos macroeconómicos estructurales.

Un déficit comercial refleja un exceso de demanda interna que no alcanza a ser satisfecho por los bienes y servicios producidos localmente.

Este exceso puede ser ocasionado por un déficit fiscal (una situación en la que el gobierno gasta o consume más de lo que recauda) y/o por un desequilibrio entre la inversión productiva y el ahorro interno, en donde existe una insuficiencia de este último.

En presencia de desequilibrios macroeconómicos como estos, la imposición de aranceles hacia una o varias economías en particular solo redistribuirá el saldo del déficit comercial entre otros países.

En el caso de los Estados Unidos, luego del inicio de su guerra comercial con China en el 2018, su déficit comercial con el país asiático se redujo, pero simultáneamente creció su déficit con México y, más aceleradamente, con otros países asiáticos como Corea del Sur, Vietnam y Taiwán.

Solo con estos tres países, el desequilibrio comercial de Washington sumó 263,000 millones de dólares, cifra en la que Vietnam participa con casi la mitad.


Source: Mexico