Los diputados Lluvia Flores Sonduk y Victoriano Wences Real (PRD) hicieron un llamado para investigar urgentemente la muerte de 20 recién nacidos en el Hospital del Niño y la Madre Indígena en Tlapa, Guerrero, presuntamente ocasionada por hacinamiento, contaminación bacteriana y negligencia médica.
Propusieron a la Cámara de Diputados exhortar a la Secretaría de Salud y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a esclarecer los casos y determinar las responsabilidades en que hayan incurrido el personal y la dirección del hospital, así como las autoridades sanitarias del estado.
Los legisladores señalaron que medios locales de Guerrero habían dado a conocer el fallecimiento de bebés en el nosocomio desde el mes de abril, mientras que el secretario de Salud de la entidad, Edmundo Escobar Habeica, confirmó el deceso de ocho de ellos sin dar a conocer las causas.
Sin embargo, familiares de las víctimas han denunciado que en los últimos tres meses fallecieron 20 recién nacidos de manera extraña en este hospital que atiende a madres y niños de 18 municipios de la Región de la Montaña, cuya población es mayoritariamente indígena y de muy bajos ingresos económicos, refirieron.
De acuerdo a testimonios anónimos, el Hospital del Niño y la Madre Indígena llegó a albergar hasta a 12 niños prematuros en una sala diseñada para atender a cuatro pacientes; en urgencias a cuatro y en urgencias pediátricas a otros seis; sin embargo, el centro médico apenas tiene capacidad para recibir a 10 madres por parto prematuro.
Se hacinaron a los bebés de menos de 1.5 kilos quienes, además, se vieron afectados por las baterías ecoli y pseudomona, agregaron los testigos. Los familiares de las víctimas acusan falta de limpieza en el nosocomio y que el personal no ha seguido los protocolos de salubridad correspondientes, afirmaron los diputados.
“En un hecho de esta naturaleza, donde se pone en grave riesgo la salud de las madres y los niños, se debe actuar con prontitud y profesionalismo para deslindar responsabilidades. El personal que está a su cuidado y el mismo director del hospital, quisieron ocultar su torpeza e incapacidad para atender de manera oportuna este hecho”, enfatizaron Flores Sonduk y Wences Real.
Asimismo, subrayaron: puede suponerse que el mismo secretario de Salud de Guerrero tiene responsabilidad, no sólo por su impericia, sino también por la “omisión temeraria” en que incurrió, ya que apenas tuvo conocimiento de los decesos y sólo declaró a los medios informativos que en abril ingresaron 16 niños al hospital con algún padecimiento, ocho de los cuales perdieron la vida.
En él Hospital del Niño y la Madre Indígena se atienden a mujeres embarazadas de alto riesgo que reportan constantes problemas obstétricos y hemorragias, pero su misión fundamental es dar cobertura a los recién nacidos prematuros y complicados para evitar que mueran, explicaron.
Por tanto, indicaron los legisladores, “resulta contradictorio que ahí fallecieran 20 recién nacidos”.