Ni los militares están exentos de la delincuencia.
Además de los ataques contra sus tropas durante las operaciones de seguridad, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha tenido que hacer frente al secuestro de sus elementos.
En lo que va del sexenio, 22 militares se encuentran en calidad de desaparecidos, mientras que 11 han sido plagiados y después encontrados sin vida.
Aparte, seis elementos han sido secuestrados por delincuentes y después liberados con vida, aunque la Sedena no detalló si se pagó un rescate por ellos.
Durante todo el sexenio pasado, marcado por la afrenta a la criminalidad, la Sedena reportó 131 elementos desaparecidos y el plagio de 198 de sus integrantes.
Actualmente, esa dependencia cuenta con unos 212 mil elementos, de los cuales unos 40 mil en promedio mensual se encuentran desplegados en el País en acciones contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Los primeros cuatro soldados desaparecidos en la actual Administración se reportaron en Fresnillo, Zacatecas, durante un repunte de violencia en esa Entidad, protagonizada por bandas rivales de la delincuencia.
Durante 2013 y 2014, los otros 18 militares fueron reportados como desaparecidos en Jalisco, Chiapas, Tamaulipas, Guerrero, Veracruz, Michoacán, Guanajuato y Estado de México, en distintas operaciones contra el crimen y mientras se encontraban francos, es decir, en sus descansos y vestidos de civil.
Los soldados secuestrados y después encontrados sin vida fueron reportados en Jalisco, Tamaulipas, Morelos, Sonora, Estado de México, Querétaro, Veracruz, Michoacán y Guerrero.
La Sedena indicó que las víctimas pertenecieron a unidades principalmente operativas, tales como el Cuerpo de Caballería de Defensas Rurales, Regimientos de Caballería Motorizados, Batallones de Infantería, de Comunicaciones Especiales, de Fuerzas Especiales, de la Dirección General de Ingenieros, de Guarniciones e incluso de Enfermería, Administración o Intendencia.
Los militares desaparecidos o fallecidos fungían desde tiradores en Arma Blindada, Caballería, Infantería o en la Policía Militar, hasta albañiles, conductores, herreros, ingenieros, oficinistas, pintones, operarios, zapadores o médicos.
De los seis elementos que fueron plagiados y posteriormente liberados con vida, tres fueron secuestrados en Michoacán y el resto en Tamaulipas, Veracruz y el Estado de México, establece el reporte oficial.
Hasta diciembre de 2014, la Sedena reportó 156 decesos de sus militares en el cumplimiento de su deber en todo el País, entre accidentes y enfrentamientos con la delincuencia, en el mayoría de los casos.
Agencia Reforma