Mi hija, menor de edad, fue subida a un auto en contra de su voluntad; fue privada de su libertad, fue incomunicada, fue vejada, fue sometida, fue abusada sexualmente y fue violada.
Así empieza una carta de Javier Fernández Gómez, padre de la joven, quien presentó denuncia contra cuatro jóvenes en la ciudad de Boca del Río, conurbada al puerto de Veracruz.
Fernández Gómez decidió hacer público el delito a unas semanas de que se cumpla un año de que se inició la indagatoria 592/15/1ESP/VER/05, la cual no muestra avance alguno.
La noche del 2 de enero de 2015, la víctima, en ese entonces de 17 años, fue agredida después de salir del antro PH, ubicado en el fraccionamiento Reforma del puerto. Sin embargo, ella contó cuatro meses después a su familia lo que le sucedió.
Antes de interponer la denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), los padres de la joven habían llegado a un acuerdo con las familias de los agresores, todas acaudaladas.
El convenio incluía tres puntos: que los agresores pidieran perdón a la joven en un video; si la encontraban en cualquier lugar tendrían que irse de inmediato, y acudir a terapia con un siquiatra.
Sin embargo, los agresores no cumplieron el acuerdo, por lo que Javier Fernández presentó la querella y, ante el estancamiento de la indagatoria, decidió dar a conocer el caso.
En un medio local publicó una carta dirigida a los padres de los agresores, a quienes reclamó por el incumplimiento de los compromisos y por haber emprendido una campaña de calumnias y difamación contra su hija.
Junto con la misiva, Fernández Gómez difundió videos en los que se observa a los jóvenes pedir perdón a la chica. Los padres de los inculpados observan a sus hijos grabar el video.
Pronto las grabaciones se volvieron virales en redes sociales y generaron todo tipo de comentarios en contra y a favor de los inculpados, quienes fueron apodados Los Porkys.
El grupo de piratas cibernéticos Anonymous México se involucró y el pasado fin de semana difundió datos de los presuntos agresores: Enrique Capitaine, Jorge Cotaita, Gerardo Rodríguez y Diego Cruz, cuyo abogado, Édgar Cinta Pagola, dijo en entrevista con un medio local que son inocentes mientras no se compruebe que tienen responsabilidad, y no se les puede juzgar mediáticamente.
Este lunes, en solidaridad con la víctima, amigos y familiares salieron a las calles del puerto de Veracruz a exigir justicia. Con globos blancos y pancartas con fotos y nombres de los presuntos violadores, partieron a las 10 horas del astabandera del bulevar Manuel Ávila Camacho, hacia el zócalo.
La manifestación fue encabezada por María Elena Bretón de la Cruz, abuela de la víctima, quien señaló: Me secuestraron a mi nieta, la violaron, y ahora resulta que las víctimas son los otros porque están muy bien parados con el gobierno. Que nuestro señor gobernador (Javier Duarte) deje de hacerle al monje y que me haga justicia.
En la protesta, Bretón de la Cruz señaló que a raíz de la denuncia ante la FGE y la publicidad del caso, ella y su familia han recibido amenazas de muerte.
En conferencia de prensa, el titular de la FGE, Luis Ángel Bravo Contreras, negó que haya opacidad o dilación en el caso. Ofreció al padre de la víctima “total garantía de justicia. Lo único que le ruego es que nos dé oportunidad de construir un expediente sólido, una investigación eficaz y procesalmente inobjetable.
Expreso mi más alto compromiso con la victima de que tendrá justicia y de que se buscará el más ejemplar de los castigos, aseguró.
Uno de los implicados mató a un ciclista
A la marcha llegó Hugo Calderón Yáñez, hermano de Jonathan Peña Yáñez, quien murió en 2013 tras se atropellado por Jorge Cotaita, uno de los involucrados en la violación de la joven (expediente 452/2013).
Dijo que a pesar de que a Jorge Cotaita lo detuvieron agentes de tránsito, no lo llevaron ante el Ministerio Público. Tampoco se elaboró un parte médico que constatara que el joven no conducía en estado de ebriedad.
Felipe Capitaine, padre de Enrique Capitaine, es ex alcalde de Nautla y ex delegado de tránsito en Boca del Río; la familia de Gerardo Rodríguez tiene varias panaderías en el puerto de Veracruz, y la de Jorge Cotaita renta inmuebles.
Fuente: LA Jornada