Si la Comisión Reguladora de Energía (CRE) no escucha las recomendaciones de organizaciones de la sociedad civil y de la propia Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), México podría ser receptor de los combustibles más sucios, contaminantes e insalubres del mundo, los que ningún otro país aceptaría, alertaron más de diez organizaciones no gubernamentales.
Tras la llegada de la Reforma Energética, el Artículo 78 de la Ley de Hidrocarburos estableció que las especificaciones de calidad de los hidrocarburos, petrolíferos y petroquímicos serían establecidas en las normas oficiales mexicanas expedidas por la CRE.
“Las especificaciones de calidad corresponderán con los usos comerciales, nacionales e internacionales, en cada etapa de la cadena de producción y suministro”, se lee en el documento.
Asimismo, la creación de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), órgano administrativo desconcentrado de la Semarnat, con autonomía técnica y de gestión, sería el “encargado de regular y supervisar la seguridad industrial, la seguridad operativa y la protección del medio ambiente en las actividades del sector hidrocarburos”.
No obstante, tal como dio a conocer este medio hace algunos meses, organizaciones y académicos han advertido que las gasolinas que se venden en México cuentan con una calidad menor que las utilizadas en Estados Unidos, de donde se trae el 90 por ciento, lo cual genera problemas a la salud de la población y el medio ambiente.
Lo anterior es resultado de la baja producción en las refinerías, mismas que trabajan al 66 por ciento de su capacidad, por lo que más de la mitad de las gasolinas que se consumen en el país sean de importación.
En entrevista para SinEmbargo, Margarita Campuzano, directora de Comunicación del Centro de Derecho Ambiental (Cemda), explicó que el CRE, órgano responsable de publicar la NOM 016 que de alguna manera remplaza a la 086 en lo relacionado con la calidad de los combustibles, hizo “irresponsablemente” caso omiso de las recomendaciones hechas tanto por Semarnat, como por organizaciones de la sociedad civil.
De acuerdo con la activista, la Norma 086 “quedó rebasada, hubo muchos problemas, nunca se cumplió. La Norma establecía que desde 2009 todo el territorio nacional debía contar con Diesel de Ultra bajo Azufre y por cuestiones de Pemex no llegó”. Por ello –dijo– “se le quitó la facultad tanto a la Semarnat como a Secretaría de Energía y se le dio a la CRE la responsabilidad de sacar esta nueva norma de calidad de combustible”.
El proceso para la aprobación de la Norma incluye un periodo de consulta pública en el cual las ONGs emitieron los comentarios respectivos al anteproyecto de Norma, mismos que de acuerdo con las organizaciones, fueron respondidos por la CRE.
Dicho anteproyecto, –explicaron– eleva el porcentaje máximo de contenido de aromáticos en las gasolinas de un 32 por ciento que estaba en el Anteproyecto de Norma a 50 por ciento, esto por recomendación de la empresa petrolera Exxon.
No obstante, estándares internacionales señalados en la Carta Mundial de Combustibles establecen un máximo de 35 por ciento –aunque estados como California tienen porcentajes aún más estrictos–, señalaron las asociaciones en un comunicado.
“Dejar este porcentaje del 50 por ciento abriría la puerta para que se pudieran importar a nuestro país gasolinas de mala calidad. Lo que quieren Exxon y otras empresas es poder vender gasolinas más sucias en México que no pueden vender en otros países ni en otras ciudades”, acusó Campuzano.
Sin Embargo