Este año va camino de convertirse en el más caluroso desde que se tienen registros, debido a las temperaturas de los primeros ocho meses, que han marcado nuevos récords en la serie histórica, que comienza en 1880, según la Organización Meteorológica Mundial. “Hemos sido testigos de un largo periodo de un calor extraordinario que está destinado a convertirse en la norma”, ha advertido el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), Petteri Taalas.
Esta organización ha detectado no solamente temperaturas de récord durante los últimos meses, sino también “concentraciones inusualmente altas de dióxido de carbono”, detalla Taalas. Además, el calentamiento de la masa oceánica está provocando un agravamiento de la situación de las poblaciones de coral.
Durante el pasado agosto se batieron las marcas de temperatura registradas hasta ahora tanto en el océano Índico como en el Pacífico, según las informaciones de la WMO, y en todos los continentes, de acuerdo con los datos de la NASA. Concretamente, la temperatura a nivel mundial fue 0,16 grados centígrados más cálida que el anterior récord registrado en ese mes, alcanzado en agosto de 2014, y 0,98 grados centígrados más cálida que la temperatura media de agosto entre 1951 y 1980.
Tanto es así que, junto con el mes anterior, julio, ambos constituyen los meses más calurosos nunca vistos por la comunidad científica. “En lo que va de año, todos los récords de temperaturas altas han sido pulverizados”, aseguran desde WMO. El pasado febrero, la temperatura media global batió un nuevo récord, según datos de la NASA. La temperatura media en toda la superficie terrestre fue superior en 1,35 grados centígrados a la media de los meses de febrero del periodo 1951-1980. Los récords registrados en 2016 siguen la tendencia al alza de los últimos tiempos. 2014 ya se coronó como el más caluroso desde que se tenían registros.
Los datos recogidos durante el último año reflejan que en 11 meses seguidos se han superado las marcas de altas temperaturas registradas. Según el secretario general de la WMO, no suponen una excepción o un caso aislado, sino que se convertirán en las nuevas temperaturas “normales”.
Consecuencias para el planeta
En todo caso, Taalas advierte de las consecuencias que el incremento global de la temperatura está teniendo para el planeta y que, según ha indicado, ya muestra sus efectos. “El calor en las latitudes altas está siendo especialmente destructivo para la masa de hielo ártico y la capa de hielo de Groenlandia”, ha explicado. “Las altas temperaturas en los océanos están agravando la destrucción de los arrecifes de coral”, ha añadido.
De hecho, el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve de EE UU ha anunciado este jueves que el pasado 10 de septiembre se alcanzó la extensión mínima de superficie helada en el Ártico, con 4,14 millones de kilómetros cuadrados. “La extensión de hielo del Ártico en el apogeo de la temporada de deshielo en verano ahora cubre un 40% menos de superficie que a finales de la década de los 70 y principios de los 80”, aseguran desde la WMO.
Por ello, el secretario general de la organización mundial se ha mostrado convencido de que los datos de temperaturas de este año y la evolución del Ártico anuncian “futuras pérdidas muy dramáticas” desde el punto de vista medioambiental en los próximos años.
Taalas ha hecho hincapié en que todo esto “incrementa la urgencia por poner en marcha la implementación del Acuerdo de París” alcanzado en diciembre de 2015 con la finalidad de evitar un incremento de las temperaturas superior a 1,5 grados centígrados respecto de las temperaturas normales en la era preindustrial.
Fuente: El país