El grupo iraquí Al-Hashid al-Shabi (multitud popular) instó a EE.UU. y el Reino Unido a dejar de intervenir para impulsar la aprobación de un polémico proyecto de seguridad en Irak, informó HispanTV.
“Ellos (EE.UU. y el Reino Unido) no tienen el derecho a tomar decisiones sobre los grupos que deben participar en las operaciones militares contra Daesh (acrónimo árabe del grupo terrorista EIIL)”, recalcó el sábado Karim al-Nuri, portavoz de la organización Badr y alto comandante de Al-Hashid al-Shabi, en declaraciones a la agencia oficial iraní IRNA.
Al-Nuri acusó a las embajadas de EE.UU. y el Reino Unido en la capital iraquí de Bagdad, de esforzarse por impulsar la aprobación de un polémico proyecto de ley de seguridad en el Parlamento iraquí. La iniciativa busca disolver Al-Hashid al-Shabi por un lado y autorizar la formación de un ejército para cada provincia de Irak sin que ellos actúen bajo la supervisión del comandante general de las Fuerzas Armadas iraquíes.
“Estas conductas quedan fuera de normas diplomáticas y no le convendrán a los embajadores de estos países en Bagdad”, advirtió, al tiempo que expresó su esperanza de que Washington y Londres pongan fin a sus medidas injerencistas.
Al-Nuri descartó enérgicamente la aprobación de la iniciativa en el Parlamento iraquí. “No vamos a aceptar que cualquier provincia cuente con su propio Ejército”, precisó.
Para el alto comandante de las fuerzas voluntarias iraquíes, el proyecto se trata de una “bomba de relojería” que se enmarca dentro del plan del vicepresidente estadounidense, Joe Biden, de dividir el país árabe en regiones suní, chií y kurda y amenaza la totalidad territorial y social de Irak.
“Washington ya anteriormente se había esforzado por limitar las actividades de la multitud popular e influenció en la estructura de las tropas en la provincia de Al-Anbar (oeste), lo que provocó en un plazo corto la retoma de Ramadi (capital de Anbar) por Daesh”, recordó.
Al-Nuri explicó que estas medida tienen lugar ya que Washington teme que Al-Hashid al-Shabi crezca y se convierta en una poderosa fuerza militar, lo que amenazaría el futuro del régimen israelí en la región.
Irak, desde junio de 2014, afronta una cruenta guerra contra Daesh, que conquistó varias zonas en el norte y el oeste de este territorio, donde sigue cometiendo diversos crímenes de lesa humanidad, entre ellos ejecuciones sumarias y secuestros masivos.
Las fuerzas voluntarias han jugado un rol relevante en las operaciones que ha librado el Ejército iraquí contra Daesh en distintas localidades en el oeste y el centro de Irak.
En base a las cifras de las Naciones Unidas, desde inicio de 2014 al menos 15.000 civiles iraquíes han muerto en los conflictos en este país, donde se necesita 497 millones de dólares para afrontar la crisis humanitaria.