Al menos 73 personas fallecieron hoy en el choque de dos autobuses con una pipa de gasolina en una importante carretera del sur de Afganistán, anunció el ministerio de Salud, en uno de los peores accidentes en esta zona de conflictos.
“Los últimos datos muestran que 73 personas murieron y el número de heridos está aumentado pero todavía no está claro”, dijo un portavoz del Ministerio de Salud Pública del país asiático, Ismail Kawusi, quien advirtió de que el balance de fallecidos podría aumentar.
La colisión se produjo en torno a las 7 de la mañana en la principal autopista que conecta la capital, Kabul, con la ciudad sureña de Kandahar.
Los autobuses iban llenos de pasajeros y fue un incendio posterior a la colisión lo que causó la mayoría de las víctimas tras el accidente, declaró el portavoz del gobernador provincial, Javid Salangi.
Vecinos de la zona ayudaron a los bomberos y equipos de emergencias a sacar sobrevivientes de entre los restos.
En estas regiones, es conocido que muchos conductores circulan de forma temeraria, superando los límites de velocidad.
“Nuestro conductor cometió un error, conducía demasiado rápido”, dijo Esmatulá, uno de los pocos pasajeros que sobrevivió al accidente, con heridas leves.
“La mayoría de los conductores de autobús fuman hachís, opio y otras drogas en la carretera. Están totalmente fuera de control”, admitió.
Los accidentes de tráfico son habituales en Afganistán, donde las carreteras a menudo están en mal estado y las normas del tráfico rara vez se aplican.
El pasado diciembre, 43 personas murieron al chocar un autobús con un camión y posteriormente caer a un río en el norte del país.
Más de 3 mil personas mueren anualmente en las carreteras en accidentes de tráfico en Afganistán, debido a la falta de prudencia de muchos conductores y al mal estado tanto de los vehículos como de las vías.
A ello se suma la inseguridad en el país, que lleva a muchos conductores a circular muy por encima de la velocidad recomendada para evitar ataques.
La inseguridad está aumentando en Afganistán mientras los talibanes avanzan en su insurrección contra el gobierno de Kabul, respaldado por los occidentales.