Este martes estuvo marcado por la violencia en el humilde barrio paulista de San Mateo, donde la Policía brasileña desalojó a unas 3.000 personas del predio que habitaban, con la justificación de que se trataba de propiedad privada. Allí, unas 700 familias intentaron resistir el avance de la Policía Militar y proteger sus precarias viviendas, pero los efectivos contraatacaron y detuvieron a los líderes del movimiento.
Las negociaciones entre las partes comenzaron durante la mañana pero no lograron avanzar, ni siquiera el pedido de demorar el desalojo hasta que se pronunciara el juez de la causa, Jurandir de Abreu Júnior. La Policía rechazó todas las solicitudes y avanzó sobre los ocupantes del terreno, quienes respondieron con barricadas y fuego. En respuesta, las fuerzas de seguridad avanzaron con gases lacrimógenos y con spray pimienta, lo que derivó en un enfrentamiento aún mayor, detalló ‘O Globo’.
Según la Policía, quienes resistían el desalojo utilizaron “piedras, ladrillos y petardos” contra los efectivos, quienes también fueron atacados con cócteles molotov.
Durante la redada fue detenido el líder del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MTST), Guillherme Boulos, quien fue acusado de desobediencia civil y de incitación a la violencia.
En respuesta, el grupo que comanda Boulos afirmó que su arresto fue “absurdo” porque el dirigente social “siempre ha tratado de mediar en el conflicto”. “Es un arresto político”, aseguró el propio Boulos, quien agregó que la Policía avanzó con violencia contra 700 familias y lo acusan a él de haber “actuado con violencia”. “No es verdad, me atribuyen cosas que no ocurrieron”, manifestó.
En horas de la tarde, finalmente Boulos fue liberado.
RT