Bebé sirio de cuatro días; Europa no sabe qué hacer con él

Tras huir de la guerra en Siria y atravesar Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia, Yousef Aba Zeed y su esposa Anwar se vieron obligados a detener su viaje en Hungría. El cierre de la frontera impidió que lograran avanzar hasta un lugar seguro para ellos y, sobre todo, para su pequeño Rahf, publicó el portal Actualidad RT.

El bebé nació en la isla griega de Samos, pero esta circunstancia no ha facilitado su tránsito por el continente. Su situación es crítica. Mientras el Gobierno húngaro y toda Europa se debaten sobre cómo tratar a los refugiados sirios, Rahf, con sólo cuatro días de vida, aguarda la asistencia necesaria envuelto en una frazada, en brazos de su madre y con un futuro incierto.

El Gobierno de Hungría ha cerrado la frontera con Serbia, ha enviado al Ejército para controlar la zona y ha decidido que, quienes soliciten asilo en el país, sean devueltos a la zona limítrofe con Serbia. Estas decisiones han frenado el paso a alrededor de 10.000 refugiados y agravado la situación de quienes no poseen la documentación requerida, ya que podrían ser condenados a tres años de cárcel. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, detalló que en estos momentos hay 174 personas en esta condición, según publicó The Independent.

La situación no es sencilla: tras construir un muro de 175 kilómetros en la frontera con Serbia, las autoridades húngaras planean extender la valla a los límites con Rumania, aunque su ministro de Asuntos Exteriores, Bogdan Aurescu, aseguró que “no es un gesto correcto desde el punto de vista político y no se corresponde con el espíritu europeo”.