Karen Daniela Klein y Leandro Yamil Acosta fueron detenidos por el descuartizamiento e incineración de los cuerpos de sus padres
El caso de dos hermanastros sin lazos de sangre que fueron detenidos como autores de la muerte del padre de uno de ellos y la madre del otro, con los que convivían y que se sabían desaparecidos desde principios de mes, conmociona a la sociedad argentina, publicó Excélsior.
La detención de Karen Daniela Klein, de 22 años, y su hermanastro, Leandro Yamil Acosta, de 25, se produjo este domingo en Pilar, a unos 50 kilómetros de la capital, después de que la policía hallara restos humanos calcinados en la vivienda familiar.
Hoy se supo que los restos hallados en esa casa son solo de una mujer y no de un hombre y una mujer como se informó el domingo.
De momento no se han hallado restos ni evidencias de que Klein pueda haber sido asesinado.
“Por comentarios de vecinos, sabemos que había fogatas continuas en el lugar y se logra fundar la sospecha de que algo malo había pasado aquí, en donde se encuentran restos humanos de una persona de sexo femenino, en un tacho (cubo) de plástico que estaba en la terraza del lugar”, indicó el jefe de policía de Pilar, Darío Lute, a los medios locales.
Cuando la policía hace el allanamiento, lo que llama la atención es que la habitación matrimonial estaba deshabitada y el colchón, incinerado en el patio”, detalló Lute.
Ricardo Ignacio Klein, de 52 años, padre de Karen Daniela, y Miriam Ester Kowalzuck, de 50 y madre de Leando Yamil, se encontraban en paradero desconocido desde principios de septiembre.
Una semana después de la desaparición de la pareja, los dos jóvenes detenidos, que según la prensa están unidos sentimentalmente, presentaron “una denuncia a la Comisaria de la Mujer y de la Familia dando cuenta de que había un maltrato a sus hermanos” más pequeños, dos mellizos de once años hijos de matrimonio.
Según el jefe policial, el objetivo de esa denuncia pudo ser justificar de alguna manera la ausencia de la pareja, que, según fuentes periodísticas, fue descuartizada y sus cuerpos quemados.
Esto viene premeditado hace años”, sostuvo Roberto Klein, hermano del padre.
“Es un canibalismo, un asco, de mi hermano no se encontró nada. La saña parece que era con mi hermano. Les preguntaría por qué hicieron esto”, expresó en declaraciones recogidas por el canal Todo Noticias.
En el lugar se encontraron 8 mil dólares en efectivo, una pistola, una escopeta y tres hachas que están siendo examinadas.