disparó este jueves por la mañana seis misiles de corto alcance desde su costa oriental hacia el mar, según ha informado el Ministerio de Defensa surcoreano, lo que se interpreta como una respuesta a la resolución de Naciones Unidas aprobada el miércoles que endurece las sanciones contra el régimen liderado por Kim Jong-un.
Los misiles se lanzaron desde Wonsan -una ciudad portuaria y base naval situada en la costa este de Corea del Norte- alrededor de las 10.00 hora local (1.00 horas GMT), según informa la agencia surcoreana Yonhap. Como es habitual, no hay confirmación oficial de esta operación por parte de los medios norcoreanos, que tampoco han hecho referencia alguna a la resolución aprobada por la ONU, que recoge las sanciones económicas más severas impuestas al país asiático en los últimos 20 años.
El Ministerio de Defensa surcoreano aún está analizando qué tipo de proyectiles se lanzaron, aunque confirmó que se dispararon “varias rondas” de misiles y que todos cayeron sobre el mar tras recorrer entre 100 y 150 kilómetros. El Ejército del Sur ha aumentado su vigilancia sobre sus vecinos del Norte.
Los lanzamientos de misiles de corto alcance por parte del Ejército norcoreano son habituales como respuesta a lo que considera amenazas procedentes del exterior, como las maniobras militares conjuntas que realizan cada año Corea del Sur y Estados Unidos en la península coreana. Otras veces lo hace simplemente como parte de su rutina.
Las sanciones de la ONU, que incluyen la prohibición de vender al régimen ciertos recursos naturales que usa para desarrollar su programa nuclear, obligan a registrar cualquier mercancía que entre o salga del país, sea por tierra, mar o aire. También prohíbe las exportaciones de carbón, hierro y otros minerales desde Corea del Norte, que hasta el momento representaban casi la mitad del total de ventas al exterior del país y suponían una importante fuente de divisas. Uno de los principales proveedores del país asiático es China, que en esta ocasión también apoyó la resolución del Consejo de Seguridad.
La decisión de endurecer las sanciones se tomó después de que el pasado 6 de enero Corea del Norte llevara a cabo su cuarta prueba nuclear, en la cual detonó “de forma satisfactoria” una bomba de hidrógeno, según aseguraron los medios estatales, algo que la comunidad internacional puso en duda. Un mes después, el régimen lanzó un cohete de largo alcance para teóricamente poner en órbita un satélite, pero que se consideró como una prueba encubierta de un misil balístico.
Estos dos episodios terminaron con la paciencia de Corea del Sur, que técnicamente sigue en guerra con el Norte. Seúl ordenó el cierre temporal del polígono industrial de Kaesong -una de las escasas iniciativas conjuntas entre ambos países- y volvió a emitir propaganda contra el régimen de Kim a través de los altavoces que tiene instalados en la frontera.
El País