Corea del Norte condena el accionar de EE.UU. por trasladar esporas vivas de ántrax a la península coreana y denuncia los intentos de Washington de lanzar una guerra biológica en su contra.
“Este incidente demuestra que Washington sistemáticamente se está preparando para destruir al pueblo de Corea del Norte por medio de una guerra biológica”, ha afirmado este martes el Comité norcoreano para la Reunificación Pacífica de la Patria en un comunicado.
Además ha considerado “crimen inexcusable” contra el pueblo coreano el traer esa sustancia a territorio nacional.
Esa organización ha reprochado, asimismo, la actitud de las autoridades surcoreanas de silenciar el incidente y no reaccionar adecuadamente ante el suceso.
Esto se produce mientras que el Gobierno de Seúl ha expresado que el mencionado incidente “no es una violación del acuerdo sobre el estatus limitado del contingente militar de Estados Unidos en el país”.
La semana pasada, las muestras vivas de ántrax llegaron a la base aérea de Osan, en Corea del Sur, como resultado de un “error” de manipulación.
Con origen en el laboratorio Dugway Proving Ground del estado occidental de Utah (oeste de EE.UU.), la sustancia nociva salió hacia 12 estados norteamericanos y hacia otros tres países.
eEsa medida de Washington se produjo en medio de las sempiternas tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur.
Estados Unidos y Corea del Sur efectuaron el lunes su mayor maniobra antisubmarina, en respuesta a la medida de Pyongyang, que el pasado 9 de mayo lanzó con éxito su primer misil balístico desde un submarino a la superficie (SLBM, por sus siglas en inglés).
Corea del Norte censuró el domingo la indiferencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) ante las provocadoras maniobras militares conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur, y acusó a la entidad internacional de ser el “instrumento político de Washington”.
El Gobierno de Pyongyang, en reiteradas ocasiones, ha criticado los ejercicios militares conjuntos de Washington y Seúl cerca de sus aguas territoriales y tacha de “aventurismo” dichas prácticas castrenses y una muestra de la política hostil de Washington contra el pueblo norcoreano.
EE.UU. mantiene desplegados cerca de 30.000 soldados estadounidenses en Corea del Sur y realiza cada año ejercicios militares con Seúl, medidas que agravan la tensión en la península y en la zona.
HispanTV