Estados Unidos está ampliando su colaboración de inteligencia con Arabia Saudí en la mortal agresión aérea que lleva a cabo el reino árabe contra Yemen, confirman fuentes estatales estadounidenses.
Varios funcionarios han informado este sábado a la agencia británica de noticias Reuters que la ampliación de la asistencia incluye la entrega de datos sensibles que permiten al régimen de Riad revisar mejor sus objetivos en Yemen.
“Hemos ampliado un poco más la apertura de lo que compartimos con nuestros socios saudíes”, ha señalado un funcionario norteamericano que ha hablado bajo condición de anonimato.
Además, ha subrayado que uno de los objetivos del mayor apoyo de Washington a Al Saud consiste en “lograr una mejor percepción del campo de batalla y de la situación respecto a las fuerzas Houthi (el movimiento popular Ansarolá)”.
Un diplomático estadounidense de alto rango dijo a principios de esta semana que Washington está acelerando los suministros armamentísticos y fortaleciendo el intercambio de inteligencia con los saudíes.
El Pentágono también confirmó el hecho agregando que está empezando el reabastecimiento aéreo de combustible de los aviones saudíes que ya han dejado al menos mil muertos, entre ellos 200 niños, en sus bombardeos perpetrados contra Yemen.
Arabia Saudí y algunos de sus aliados, con la luz verde de EE. UU., iniciaron el 26 de marzo ataques aéreos contra Yemen en un intento por debilitar a los grupos revolucionarios del país árabe y apoyar al expresidente fugitivo, Abdu Rabu Mansur Hadi.
Desde el primer día de la ofensiva saudí, Washington anunció su apoyo a la medida injerencista del régimen de Al Saud.