El gobernador de Ohio, el republicano John Kasich, anunció hoy oficialmente su intención de competir por la Casa Blanca y captar el voto del ciudadano medio, como los obreros o los carteros, como su padre, a los que llamó el “pegamento” que une a Estados Unidos.
“Estoy aquí para pedir sus oraciones, su apoyo y su esfuerzo porque he decidido competir por la Presidencia de los Estados Unidos”, anunció Kasich, con el que la lista de aspirantes republicanos a la Casa Blanca ya suma 16 precandidatos.
Kasich realizó su anuncio en la Universidad de Ohio, donde en diciembre de 1970, con 18 años, escribió una carta de tres páginas para pedir una reunión en la Casa Blanca al presidente Richard Nixon, que accedió a reunirse con él en el Despacho Oval durante 20 minutos.
“Tengo el talento y la experiencia necesarias para realizar el trabajo más importante del mundo”, aseguró Kasich, que con 24 años trabajó en la campaña de 1976 por la nominación republicana de Ronald Reagan (1981-1989) a la Casa Blanca, que finalmente ocupó el demócrata Jimmy Carter.
Como Reagan, Kasich se postuló antes a la Presidencia del país, en 1999, cuando su escasa recaudación de fondos le dejó en seis meses fuera de la competición por la Casa Blanca, que acabó ocupando George W. Bush.
Las primeras palabras de Kasich fueron para sus dos hijas y su mujer, todas ellas vestidas de blanco sobre el escenario, que vibraba con los vítores del público y el agitar de pancartas azules y rojas en las que podía leerse “Kasich” y “for us” (por nosotros).
Su discurso giró en torno a los héroes anónimos, como su padre “John, el cartero”, y que consideró “el pegamento” que mantiene unido al país y que permitirá recuperar el sueño americano, sobre el que, según dijo, muchos han perdido la esperanza.
“El sueño americano es crucial para el futuro de nuestro país pero hay gente que piensa que no es posible o que ni siquiera está vivo. Y lo entiendo. Antes eras pequeño, lograbas un trabajo para toda tu vida y tenías asistencia sanitaria y el dinero para la jubilación”, relató.
“Pero hoy, puedes ser un hombre o mujer de 51 años. Alguien puede entrar a tu oficina y decirte que ya no te necesitan. ¿Te imaginas a esa madre o a ese padre en su camino a casa con el auto, preguntándose cómo podré mantener a mi familia? ¿Alguien puede ayudarme?”, evocó.
Con estas referencias, se presentó como un opositor a las injusticias sociales, a las drogas -que según él acosan a los jóvenes- y a las inseguridades que aparecen cada día en el periódico, como el creciente poder del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Según relató, días antes de decidirse a presentarse como aspirante a la Casa Blanca, Kasich conversó con dos afroamericanos que le pidieron que luchara por la nominación republicana porque, aunque otros tienen más dinero, él goza de estadísticas para demostrar su trabajo como gobernador y congresista.
En el Congreso, donde estuvo casi 10 años, ocupó la presidencia del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes y lideró los esfuerzos por equilibrar el presupuesto federal durante el mandato del presidente Bill Clinton, una acción que aprovechó para presentarse como un candidato conciliador capaz de trabajar con los demócratas.
Durante su discurso, plagado de elogios a los veteranos de guerra, como sus tíos Steve y George, el republicano destacó algunas de sus propuestas para la Presidencia, como bajar los impuestos y mejorar la inversión en presupuesto militar y seguridad nacional, para que EU “vuelva a asumir su papel como líder del mundo”.
Presentado como moderado, el gobernador de Ohio cuenta con una gran popularidad en ese estado, considerado clave para la lucha por la Presidencia por el alto número de votos electorales (18) con los que cuenta y que son los que en definitiva deciden la elección.
Ningún candidato ha conseguido hacerse con la Casa Blanca sin ganar en Ohio desde 1960, cuando ganó la Presidencia John F. Kennedy.
El Universal