Japón abre centro de inteligencia para identificar a terroristas

Japón ha adoptado una nueva medida para identificar a los terroristas, han informado este jueves las fuentes estatales, publicó HispanTV.

El Ministerio de Justicia de Japón ha abierto un nuevo centro de inteligencia para recoger y analizar la información sobre los visitantes extranjeros con el fin de identificar a los terroristas, según la agencia de noticias nipona NHK.

De acuerdo con la misma fuente, la apertura de ese centro ayuda a prepararse para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020 en Tokio, capital de Japón.

En ese centro, cuya sede está en la Oficina de Inmigración del Ministerio de Justicia de Japón, los expertos se reunirán y analizarán las informaciones de aeropuertos y oficinas locales de inmigración.

Se espera que esa medida ayude a acelerar el proceso de inmigración así como identificar a las personas, especialmente a terroristas, que representan una amenaza nacional.

La ministra de Justicia japonesa, Yoko Kamikawa, ha acogido la medida y ha declarado que ya es el momento de prepararse para los Juegos Olímpicos.

Al aumentar las actividades terroristas en el mundo, Japón está preocupado por la celebración de ese evento deportivo, y tiene un plazo de cinco años para prepararse.

El grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) que cuenta con miles de integrantes europeos y estadounidenses se considera como una de las amenazas para Japón.

La preocupación de Tokio en cuanto a la seguridad mundial se despertó después de que los integrantes del grupo takfirí EIIL que operan actualmente en Irak e Siria, secuestraran a mediados de enero a dos periodistas japoneses.

El japonés Haruna Yukawa fue degollado por Daesh el 24 de enero y la misma suerte corrió su compatriota Kenji Goto, siete días después.

El pasado 11 de septiembre asimismo, el portavoz del Gobierno nipón, Yoshihide Suga, ordenó el fortalecimiento de la seguridad en las embajadas de Japón tras recibir amenazas del grupo terrorista EIIL.

El EIIL, con miles de integrantes europeos y estadounidenses, controla algunas zonas del norte de Siria, desde donde pudo, en junio de 2014, infiltrarse en el territorio iraquí; en ambos países comete crímenes de lesa humanidad, entre ellos ejecuciones sumarias, secuestros masivos, violaciones y torturas.