Japón le apuesta a un modelo de desarrollo verde que promete un futuro sostenible.

Innovación, tecnología y conservación de la biodiversidad: así es el modelo japonés de desarrollo verde que promete un futuro sostenible.

El plan local integra metas de conservación, plataformas de monitoreo y colaboración público-privada para restaurar ecosistemas y crear empleos verdes, según advierte el World Economic Forum.

Japón impulsa una economía positiva para la naturaleza al integrar políticas ambientales, innovación y colaboración multisectorial.

La transformación de Japón en favor de una economía positiva para la naturaleza sitúa al país como ejemplo mundial en la integración de políticas ambientales, innovación productiva y colaboración multisectorial.

Su enfoque no solo busca preservar el capital natural, sino también demostrar que el crecimiento económico y la salud de los ecosistemas pueden avanzar juntos y reforzarse mutuamente.

Un desafío global que Japón asume con decisión: riesgos y oportunidades de la crisis de biodiversidad

Japón responde a una crisis de alcance planetario.

La acelerada pérdida de biodiversidad implica impactos económicos críticos: un informe de Ceres, citado por el World Economic Forum, estima pérdidas anuales de hasta USD 430.000 millones y un acumulado de USD 2,15 billones (es decir, USD 2.150.000 millones) en cinco años para la economía global.

Sectores como la alimentación, la minería y la silvicultura están entre los más expuestos, un dato que el Financial Times subraya al analizar la vulnerabilidad de las cadenas de suministro.

Según el Banco Mundial, de no adoptarse medidas urgentes, el PIB global podría caer USD 2,7 billones por año hacia 2030 (es decir, USD 2.700.000 millones).

El compromiso japonés de proteger

El compromiso japonés de proteger el 30% de su territorio y océanos antes de 2030 marca un hito en conservación global
Frente a este escenario, Japón decidió moverse rápido y construir un modelo en el que la prevención y restauración de la naturaleza se conviertan en palanca de competitividad, resiliencia y liderazgo internacional.

Una hoja de ruta innovadora: metas concretas, transparencia y diálogo permanente

En 2022, el Ministerio del Medio Ambiente japonés presentó una hoja de ruta nacional para alcanzar el compromiso global “30×30”: conservar al menos el 30% de la tierra y los océanos para 2030.

Este plan establece objetivos medibles asociados a tres ejes principales: ampliar y mejorar la gestión de áreas protegidas, incorporar otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas (OECMs) y fortalecer la transparencia y el seguimiento de resultados.

El gobierno fomenta la colaboración mediante la creación del Nature-Positive Portal, una plataforma digital, lanzada en agosto de 2025, que reúne políticas, datos abiertos y mejores prácticas, facilitando el intercambio entre organismos públicos, empresas y organizaciones civiles.

Las Estrategias de Transición hacia una Economía Positiva para la Naturaleza, vigentes desde marzo de 2024, alientan la innovación y atraen al sector privado al establecer el capital natural como base para el desarrollo sostenible y la inversión de largo plazo.

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