“Vinimos aquí a pasar un buen rato, pero de pronto todo se transformó en caos y en una noche de horror”, ha explicado a AFP un turista italiano llamado Maximilien en el exterior del local Reina de Estambul acordonado por la policía, donde los supervivientes de la masacre perpetrada por un hombre disfrazado de Santa Claus han relatado los momentos de pánico vividos durante el ataque, que ha acabado a tiros con la vida de 39 personas, entre ellos 16 extranjeros, y ha dejado casi 70 heridos, publicó El País.
Mehmet Dag, 22 años, pasó por la discoteca en el momento del tiroteo. Según cuenta en el diario The Guardian, Dag dice que vio a un sospechoso disparar contra un agente de policía. “Una vez que entró, no sabemos qué pasó. Sonaban disparos y después de dos minutos una explosión”.
En el interior del local, el futbolista profesional Sefa Boyda? era una de las 500 personas que celebraban el Año Nuevo. Boyda? ha descrito a AFP cómo algunos asistentes a la fiesta se desmayaron después de escuchar los disparos, mientras la gente se pisoteaba entre sí para escapar del club, en cuya puerta recuerda que había mucho polvo y humo.
“Dicen que han muerto 35 o 40 personas, pero probablemente sean más, porque la gente pasaba por encima de otras personas”, explica este jugador del equipo Beylerbeyi de Estambul. Otros testimonios hablan de personas lanzándose a las aguas del Bósforo en su intento de huir.
Boyda señala que si los atacantes gritaron algo, era inaudible por los gritos de pánico y angustia que se apoderaron de todo el local. Sin embargo, el diario Hurriyet cita a testigos que aseguran que durante el ataque escucharon gritos en árabe mientras sonaban los disparos.
“Estábamos divirtiéndonos y de pronto la gente comenzó a correr. Mi marido me dijo que no tuviera miedo, y saltó sobre mí. La gente corría por encima de mí. Mi marido ha sido herido en tres partes de su cuerpo”, ha narrado Sinem Uyanik a este diario turco. “Conseguí abrirme paso y salir fuera, era terrible”, ha relatado esta mujer, que ha recordado cómo veía gente empapada en sangre.
Las autoridades prosiguen con la búsqueda del atacante.