El Airbus de la compañía Germanwings cayó enpicada durante ocho minutos desde la altura que había alcanzado: 38 mil pies (11 mil 582.4 metros).
La aeronave cubría la ruta Barcelona-Düsseldorf cayó durante sus últimos minutos hasta estrellarse en los Alpes franceses, sin que queden esperanzas de que haya supervivientes entre sus 150 ocupantes.
El presidente de la compañía Germanwings, Thomas Winkelmann, informó que el avión, un A320 (AIPX), perdió el contacto con la torre de control francesa a las 09:53 horas GMT, cuando se encontraba a una altura de sólo 6 mil pies.
El avión había alcanzado una altura de 38 mil pies a las 09:45 GMT y después comenzó a descender.
“Fue el controlador aéreo el que lanzó la alerta porque había perdido contacto con el avión, sobre las 10:30 hora local”, agregó la fuente, que destacó que nada indica que las condiciones meteorológicas fueran malas en el momento del accidente.
El vuelo 4U9525 de Germanwings, filial de Lufthansa, salió de Barcelona a las 10:01 hora local con destino a Düsseldorf, en Alemania.
En él viajaban 144 pasajeros (dos de ellos, bebés) y seis miembros de la tripulación, entre ellos un capitán con diez años de experiencia en Germanwings y su empresa matriz, Lufthansa.
EL RESCATE
Horas después de la catástrofe, helicópteros que sobrevolaron la zona localizaron restos del fuselaje y “algunos cuerpos” de las víctimas, según el secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies.
Los equipos de rescate enviados tendrán que alcanzar una zona “inaccesible por carretera” cerca del municipio de Prads-Haute-Bléone, en el departamento de Alpes de Haute Provence.
El monitor de esquí y guía de montaña Mathieu Subé, vecino de la localidad de Barcelonette, dijo que el acceso a la zona resulta “muy difícil” y que el mal tiempo de las últimas horas lo complicará aún más.
“Conozco bien el lugar, se trata de una zona escarpada y despoblada, cubierta por la nieve” a la que “sólo se puede acceder a pie”, dijo.
La Gendarmería francesa tardará varios días en recuperar los cadáveres de las víctimas, declaró al diario local “Haute-Provence Info” el teniente coronel Jean-Pierre Bloy, que precisó que “hay una docena de restos grandes, lo demás está muy disperso” en una zona “de entorno a una hectárea”.