Un recluso mexicano murió la semana pasada en Utah, al parecer de un infarto cardiaco relacionado con una insuficiencia renal, después de que no se presentaran durante dos días consecutivos los técnicos externos que debían hacerle una diálisis en prisión, dieron a conocer ayer las autoridades.
Ramón C. Estrada, de 62 años, iba a salir en libertad condicional menos de tres semanas después de su muerte el domingo en la cárcel de Draper, Utah, dijo la portavoz del Departamento de Correcciones, Brooke Adams, en un comunicado.
La diálisis estaba programada para el viernes en la clínica de la prisión, pero el técnico no se presentó ese día ni el siguiente. El técnico o técnicos implicados trabajan para el Hospital de la Universidad de Utah, que ofrece servicios de diálisis a la prisión.
Kathy Wilets, portavoz del hospital, dijo que al parecer hubo fallas de comunicación relacionadas con el calendario de visitas del equipo técnico de la unidad South Valley Dialysis. El hospital ha emprendido una investigación, agregó.
“Tenemos la responsabilidad de proveer una atención de calidad a los pacientes. Ahora investigaremos a fondo de las circunstancias que propiciaron este error inaceptable y adoptaremos las medidas necesarias para mejorar la comunicación y los procedimientos”, dijo Wilets en un comunicado.
El hospital expresó su tristeza al enterarse del fallecimiento de Estada, afirmó.
Información de Agencias