Niño intersexual de 5 años será operado para crecer como mujer

Un niño de Australia de cinco años de edad que nació con genitales femeninos, pero genéticamente masculino —sin órganos reproductores propios de una mujer: intersexual— crecerá como del sexo femenino después de que una corte cediera ante una petición de los padres para que sea sometido a cirugía para eliminar las gónadas masculinas de su cuerpo.

El menor sólo fue identifico bajo el nombre de Karla.

Los papás del menor aseguran que su comportamiento es ‘estereotípicamente femenino’, ya que muestra una marcada inclinación por juguetes, ropa y actividades de niña; anteriormente, a la intersexualidad se le llamaba hermafroditismo: variación orgánica en el cuerpo de una persona caracterizada discrepancias entre genitales internos y externos.

Se trata de un trastorno del desarrollo sexual (DSD, por sus siglas en inglés); el padre y la madre de Karla solicitaron autorización a la Corte Familiar de Australia con el objeto de que expertos intervinieran quirúrgicamente en su hijo: acción compleja e irreversible; después de revisar el caso, el tribunal dictaminó que no necesitaban permiso para hacerlo”.

Los documentos de la corte fueron analizados por expertos médicos: éstos aseguraron que la cirugía deberá tener lugar antes de que Karla llegue a la pubertad, para que se eliminen las posibilidades de desarrollar tumores en el futuro; aclararon que Karla no podrá ser madre. En este sentido, se asegura que la intersexualidad es más común de lo que se cree.

Quizá uno de cada dos mil bebés nacen con algún tipo de mezcla de características femeninas y masculinas; este proceso se debe a que los órganos reproductivos y genitales no se desarrollan como se esperaba; ejemplificando: un menor puede tener cromosomas sexuales femeninos, pero órganos reproductivos y genitales masculinos, y viceversa.

También puede darse el caso de que una persona posea una mezcla de órganos genitales de hombre y mujer, o en algunos casos, ni uno ni otro, definidamente; en ocasiones, los genes responden a hormonas sexuales en su cuerpo; los que presentan esta condición pueden ser tratados con terapia hormonal, apoyo psicológico y cirugía, pero no en todos los casos.

“Considero el tratamiento médico propuesto por ser necesario para tratar de manera adecuada y proporcionalmente una disfunción corporal genética que, sin tratamiento, plantea riesgos reales y sustanciales para la salud física y emocional del menor”, dictaminó la corte.