Kabul, capital afgana, un gran número de niños y estudiantes ha celebrado una congregación de protesta para exigir el cese inmediato del genocidio sistemático que perpetra Arabia Saudí contra la nación yemení.
Los indignados manifestantes, reunidos frente a la oficina de la Comisión Independiente de Derechos Humanos del Afganistán (CIDHA), ubicada en el distrito Karte Seh, en el este de la capital, gritaban consignas como “¿Es que los niños yemeníes no son seres humanos?”.
Enarbolando pancartas en las que se leía: “¿Quién es el agresor?” y “¡Parad el genocidio contra los musulmanes!”, han exigido una reacción seria de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ante los crímenes de guerra del régimen de Riad en el empobrecido país árabe.
Los niños afganos, con esta congregación, intentan hacer oír sus voces a los países que se proclaman defensores de los derechos humanos y denunciar su silencio mortal ante la masacre de la nación inocente yemení a manos de los agresores saudíes.
El 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
Según las Naciones Unidas, la agresión militar a Yemen ha provocado la muerte de al menos mil civiles, pero algunas organizaciones pro derechos humanos aseguran que los ataques han dejado más de 4 000 víctimas, entre ellos muchos niños.
El régimen de Al Saud, pese a las críticas mundiales en contra de esta salvaje agresión, ha impuesto a su vez un bloqueo sobre Yemen, que dificulta la llegada y distribución de la ayuda humanitaria de algunos países, por ejemplo, de Irán.
Al respecto, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) denunció en abril que el sistema de salud de Yemen está paralizado.
HispanTV