Cuando Barack Obama llegue hoy a La Habana será el primer Presidente de Estados Unidos que visite Cuba en 88 años para intentar poner fin a casi seis décadas de desencuentros, informó Excélsior.
La última vez que un Presidente de EU visitó Cuba fue en 1928 con el entonces mandatario Calvin Coolidge, quien recibió una bienvenida llena de júbilo y su delegación bebió ron cubano como si fuera el día del Juicio Final.
Pero la llegada de Barack Obama a La Habana es histórica y quedará en el recuerdo como quien abrió un nuevo capítulo entre Estados Unidos y Cuba, y con ello el mandatario estadunidense busca coronar lo que parece uno de los mayores logros de su gobierno y política exterior.
Ese nuevo capítulo inició con el anuncio de la reanudación del contacto entre Washington y La Habana para buscar la normalización de relaciones diplomáticas, el cual fue hecho tanto por el Presidente de Cuba, Raúl Castro, como por Obama. Las relaciones se restablecieron el 20 de julio de 2015.
El proceso para llegar al encuentro de hoy inició 2013 cuando Obama autorizó el inicio de discusiones exploratorias con La Habana.
La primera reunión tuvo lugar en Canadá en junio. El papa Francisco se propuso personalmente impulsar el acercamiento. En octubre, las delegaciones de ambos países se reunieron en la Santa Sede para ultimar los términos de la normalización.
El 17 de diciembre de 2014, el anuncio de un acercamiento tomó a todo el mundo por sorpresa. Apenas lo podían creer: en 18 meses de negociaciones ultrasecretas no hubo una sola filtración a la prensa.
Además de los acuerdos que serán firmados durante los dos días de su visita, que iniciará de manera oficial mañana, Obama llegará a su histórica cita con Raúl Castro, con una importante lista de logros alcanzados.
Uno de esos logros más significativos, fue la carta firmada de puño y letra que Obama envió como parte del primer paquete de correo postal enviado el jueves pasado desde Estados Unidos hacia Cuba, poniendo fin a la suspensión del servicio.
El martes, Obama tendrá oportunidad de dirigirse al pueblo cubano en un discurso que pronunciara desde el Gran Teatro Alicia Alonso, y que será transmitido por la televisión cubana a toda la isla.
Desde que Obama y Castro anunciaron su intención de normalizar relaciones, los dos países han acordado cambios en los controles y levantado restricciones para facilitar los intercambios económicos, financieros y de personas.
Obama, acompañado por su familia, paseará por las calles de La Habana Vieja, asistirá a un partido de beisbol y se reunirá con disidentes políticos.
Previo a la llegada de Obama el líder cubano Fidel Castro recibió ayer al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien concluyó una visita de trabajo a Cuba, donde suscribió varios acuerdos.
Ante ese acontecimiento dos académicos cubanos, Jorge Hernández Martínez, director del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre EU en la Universidad de La Habana, y Luis René Fernández Tabío, profesor e investigador de dicho plantel, platicaron con Excélsior sobre el histórico viaje.
Para ellos, el origen de la visita está en lo que consideran como el reconocimiento, por el gobierno de Obama del fracaso de las políticas de bloqueo y de aislamiento que su país desarrolló contra Cuba.
¿Cómo está el ambiente en Cuba?
JHM: Imagínese al Presidente de la mayor potencia militar del mundo visitando la isla de Cuba. Esto no puede tener mayor revuelo. Imagínese la imagen que se proyecta a través del Presidente de los Estados Unidos viajando con unos aviones inmensos, con ese coche, con ese carro, creo que le dicen ‘la bestia’ que tiene tremendos instrumentos apoyados en la tecnología de protección, hasta un hospital por si pasa algo.
¿Usted se imagina la atención a través de la prensa hablada, escrita y de las nuevas tecnologías de la información cuando Obama esté llegando a la isla? Por eso es que vemos toda esta expectativa que de repente, por un acto de magia: número uno: Todo se va a resolver con Cuba y número dos: Cuba va a aceptar este nuevo momento de la etapa.