En una investigación que duró 18 meses, el gobierno de Panamá descubrió vínculos entre el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y el Frente 30 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para el contrabando de drogas, informó El Universal.
La Policía Nacional y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá confirmaron el caso a EL UNIVERSAL, y revelaron que como parte de la desarticulación de esta red criminal se pidió a México la extradición de un matrimonio mexicano involucrado en el tráfico de cocaína en todo el continente.
Derivado de esta investigación, en la que también participaron autoridades de Colombia y México, el gobierno panameño confiscó cuatro toneladas de cocaína, más de medio millón de dólares, cinco lanchas rápidas y 38 automóviles, de una red en la que hasta el momento más de 50 personas son procesadas en ese país.
Omar Pinzón, director de la Policía de Panamá, confirmó que “El Chapo” Guzmán estuvo al menos dos veces en suelo panameño hace unos siete años y sus redes operaron en el país. “Hemos detectado cárteles de drogas mexicanos asociados a las FARC”, subrayó.
Un matrimonio mexicano —cuya identidad se reservó— vinculado al Cártel de Sinaloa y que vivió en Panamá, fue el contacto con el colombiano Martín Leonel Pérez Castro, “Richard”, jefe del Frente 30 de las FARC, detenido en Colombia en julio de 2014, reveló el jefe policiaco.