Al menos 37 personas murieron hoy y otras 65 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en una concurrida plaza en Ciudad Sadr, un suburbio de Bagdad, en un ataque que fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El atentado se produjo poco después de la llegada a Bagdad del presidente francés, François Hollande, que se reunió hoy con los mandatarios iraquíes y después pasará revista a las tropas francesas en el norte del país.
El coche estalló poco antes del mediodía local (09.00 GMT), y causó además daños a varios vehículos y edificios próximos, explicó una fuente policial.
Las fuerzas de seguridad cercaron la zona para evitar otros ataques.
Este fue el tercer atentado en tres días consecutivos en Irak, después de dos ataques suicidas que causaron 28 víctimas mortales en Bagdad en Nochevieja y otra acción similar que ocasionó siete muertos en la ciudad de Al Nayaf, en el sur del país, el día de Año Nuevo.
La autoría de esos dos ataques también fue reivindicada por el EI, al que actualmente se enfrenta el Ejército iraquí en la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive, en el norte del país y el último bastión de los insurgentes en el país.
La reconquista de Mosul anticiparía el final del califato del grupo, pero sus combatientes seguirían siendo capaces de realizar una guerra de guerrillas en Irak y tramar e inspirar ataques en Occidente.
Desde que la ofensiva comenzó en octubre, las fuerzas de elite han retomado un cuarto de Mosul, en la mayor operación terrestre en Irak desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003 que derrocó a Sadam Hussein.
El primer ministro Haider al-Abadi ha dicho que en abril el grupo estará expulsado del país.
HOLLANDE GARANTIZA APOYO
El presidente de Francia, François Hollande, reafirmó hoy en Bagdad el apoyo de su país a Irak en la lucha contra el Estado Islámico y se ofreció a reconstruir la ciudad de Mosul cuando se culmine su liberación.
En una rueda de prensa conjunta con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, Hollande recalcó que Francia “participará con toda su energía” en la recuperación de Mosul e indicó que su país está dispuesto a organizar una nueva conferencia internacional para reunir financiación con este fin.
El mandatario galo aseguró que “el EI retrocede ante las fuerzas iraquíes” y precisó que la operación para acabar con el grupo yihadista “durará unas semanas, no años” y la comunidad internacional verá “su fin en breve”.
El jefe del Estado francés recordó que cuando visitó Irak en 2014, el EI había tomado el control de varias ciudades y, sin embargo, hoy retrocede ante las fuerzas iraquíes que liberaron numerosas zonas.
Hollande comentó que se puso de acuerdo con la comandancia iraquí para que los combatientes en el terreno fueran “exclusivamente iraquíes”.
Los iraquíes son los que ganarán la guerra, Francia presenta apoyo, consejo y respaldo aéreo a las fuerzas iraquíes que combaten”, agregó.
Por su parte, Al Abadi confirmó que el papel de la coalición internacional “se limita al consejo y apoyo a las fuerzas iraquíes y que no tiene fuerzas de combate en el territorio iraquí”.
El primer ministro iraquí elogió el papel de Francia dentro de la coalición y subrayó que se enfrentan a “una organización terrorista internacional, por lo que la cooperación en inteligencia con Francia y otros países es necesaria para acabar con sus planes criminales”.
Francia participa en la coalición internacional contra el EI que lidera Estados Unidos y en la que aporta cerca de 500 soldados y 30 aviones Rafale aproximadamente.
En el marco de su visita, Hollande tiene previsto desplazarse hoy a la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, ciudad ubicada a unos 80 kilómetros de Mosul, considerado el fortín del EI en el norte de Irak.
Allí se reunirá con el presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, y pasará revista a las tropas francesas y a las kurdas “peshmergas”, además de entregar una donación de material médico y humanitario.
El Ejército iraquí y los peshmergas reanudaron el pasado jueves su ofensiva contra los yihadistas en el interior de la ciudad de Mosul, donde las tropas entraron por primera vez a finales de noviembre, un mes después del inicio de las operaciones en la provincia de Nínive.
Esta nueva fase de la operación para arrebatar Mosul a los extremistas comenzó tras la llegada de refuerzos del Ejército y la policía a la capital de Nínive, para asegurar las zonas retomadas y permitir a las fuerzas antiterroristas concentrarse en recuperar nuevos sectores.
Fuente: Excélsior