Un terremoto estremeció el lunes una zona remota del noreste de Afganistán, sacudiendo a la capital Kabul y causando la muerte de al menos 33 personas, mientras que otras 145 perdieron la vida en el vecino Pakistán y dos más fallecieron en India, dijeron las autoridades a la Agencia AP.
La cifra de muertos podría subir porque las comunicaciones estaban interrumpidas en gran parte del área de las montañas Hindu Kush, donde tuvo su epicentro el terremoto.
Había información de fallecidos en distintas zonas de ambos países.
En uno de los peores sucesos, 12 niñas murieron tras una estampida mientras intentaban escapar de su escuela en la ciudad de Taloqan, en el norte de Afganistán.
El sismo se sintió en el norte de India y en la capital de Pakistán, donde cientos de personas evacuaron edificios ante la fuerza del sismo.
El movimiento telúrico tuvo su epicentro a 254 kilómetros al noreste de Kabul, en las montañas del Hindu Kush, una zona remota de Afganistán.
El Servicio Geológico de Estados Unidos dijo inicialmente que el sismo fue de magnitud 7.7, pero luego lo revisó a 7.5.
En Pakistán, al menos 52 personas murieron, la mayoría en las regiones del norte y noroeste que comparten frontera con Afganistán, dijeron funcionarios.
La zona más afectada en Pakistán fue la provincia de Chitral, dijo un funcionario de policía.
El terremoto se notó también en la capital india, Nueva Delhi, aunque no se reportaron daños de inmediato. Edificios de oficinas temblaron y los trabajadores, que acababan de regresar del almuerzo, corrieron al exterior.
En Srinagar, la principal ciudad de la Cachemira india, los temblores duraron a menos 40 segundos. En este tiempo, edificios y cables eléctricos se balancearon, dijeron residentes.
“Primero pensé que alguien había golpeado fuerte la puerta. Pero en cuestión de segundos, la tierra comenzó a temblar bajo mis pies, y ahí fue cuando salí corriendo del edificio”, dijo el funcionario del gobierno Naseer Ahmed.
La gente se apresuró a abandonar los edificios gritando, llorando y cantando himnos religiosos en un intento por mantener la calma.
“Pensé que era el fin del mundo”, dijo Iqbal Bhat, que regenta un comercio.
El inspector general de la policía de Srinigar, Syed Javaid Mujtaba Gilani, dijo que no hubo reportes de víctimas mortales de inmediato, pero que “algunos puentes y edificios están dañados”, entre ellos un paso elevado sobre una autopista, que quedó agrietado.