Un nuevo sismo de magnitud 7.3 grados en la escala de Richter golpeó ayer al ya devastado Nepal, con un saldo provisional de al menos 70 muertos, apenas 17 días después del terremoto más devastador de los últimos 80 años en esa región.
Sólo en Nepal fallecieron 52 personas, informó el portavoz del Ministerio del Interior de Nepal, Laxmi Dhakal, en la vecina India murieron al menos 18 y una en China.
Los residentes de la capital nepalí salieron corriendo de sus casas al sentir el sismo, durante un minuto, a las 12:35, hora local. El epicentro del temblor se registró cerca de la frontera con China, a 76 kilómetros al este de Katmandú y a 18.5 kilómetros de profundidad, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS).
La televisión nepalí mostró imágenes de edificios históricos meciéndose con las sacudidas, mientras que en las regiones rurales se informó de aludes.
Media hora más tarde del sismo se produjo una réplica de magnitud 6.3 grados
Richter, según el USGS.
Hace 17 días se produjo un terremoto de magnitud 7.8 que causó en Nepal unos siete mil 800 muertos.
Este nuevo terremoto también se sintió en el norte de India, en particular en
Nueva Delhi, a 100 kilómetros de distancia de Katmandú, donde los edificios temblaron y los empleados salieron
precipitadamente de sus oficinas.
En Nepal, todas las muertes se produjeron en el distrito de Chautara, al este de Katmandú, que ya sufrió enormes daños durante el precedente terremoto del 25 de abril.
El aeropuerto de la capital nepalí fue cerrado durante varias horas. Por ahí llega el grueso de la ayuda internacional. El país necesita aún agua potable, alimentos y asistencia sanitaria.
En el primer terremoto de ayer, el suelo tembló durante cerca de un minuto, y las sirenas empezaron a sonar.
“Lo sentimos, y de pronto vimos cómo la gente empezaba a correr”, aseguró Suresh Sharma, que se hallaba en un mercado de verduras en el momento del sismo.
“Cuando se produjo el gran terremoto (del 25 de abril) salí corriendo de mi casa, y logré escapar. Este terremoto fue como aquél. No puedo creer que volvamos a pasar por esto”, añadió.
“En el momento de una catástrofe natural como ésta, tenemos que hacer gala de paciencia y valentía”, declaró el primer ministro, Sushil Koirala, tras una reunión de emergencia de su gabinete.
Fuera de la capital, los distritos de Dolakha y Sindhupalchowk fueron algunos de los más afectados, de nuevo.
“Numerosas casas se hundieron en Dolakha y hay riesgo de que el número de muertos en ese distrito aumenten”, informó el ministro de Interior, Bam Dev Gautam.
Aunque este temblor no fue tan intenso como el del 25 de abril, muchos habitantes estaban aterrados ante la posibilidad de que los edificios —ya frágiles por el anterior sismo— se vinieran abajo.
Pramita Tamrakar, que acababa de reabrir su tienda familiar de muebles, dijo que en cuanto empezó el temblor, salió corriendo hacia la calle junto a sus hijos.
La policía nepalí urgió a la población a permanecer en el exterior por su seguridad y a evitar que se sature la red de teléfonos móviles.