El macabro “selfie” tomado por el supuesto autor de la decapitación de su jefe en el ataque el viernes a una planta de gas en el centroeste de Francia fue enviado a Siria, indicaron fuentes cercanas a la investigación.
Aunque la fotografía tomada por Yassin Salhi y la cabeza cercenada fue enviada a través del servicio de mensajería WhatsApp a un número en Canadá, las autoridades advirtieron de que ese número podría estar conectado con un destinatario ubicado en otro lugar.
Los investigadores están convencidos de que en realidad el receptor final se encontraría en las zonas de Siria y de Irak ocupadas por el grupo Estado Islámico (EI), donde también operan otras organizaciones yihadistas.
Las autoridades antiterroristas han identificado a 473 personas que han abandonado Francia para luchar en la zona y en total mil 800 ciudadanos del país podrían estar “conectados” de alguna forma con el movimiento yihadista, según el primer ministro, Manuel Valls.
Otra fuente agregó que los investigadores habían identificado a un yihadista francés, movilizado en la zona entre Irak y Siria.
Agencias