Con el 32.9% de los votos obtenidos la jornada electoral del pasado domingo en España, la derecha representada en el Partido Popular (PP) se afianzó en el Parlamento. De los 350 diputados que fueron electos, la fuerza conservadora se hizo de 137 escaños, una cifra insuficiente lejos de una mayoría absoluta necesaria formar un gobierno.
A pesar de los escándalos de corrupción que protagonizó las últimas semanas, el PP logró un mejor resultado respecto al 20 de diciembre del año pasado cuando sumó 123 diputados, con el 28.76% de los votos. El desempeño del partido liderado por Mariano Rajoy incluso tuvo un mejor desempeño al vaticinado en las encuestas previas a las elecciones.
Este resultado no fue el único que se desenmarcó de los pronósticos. Las encuestas previas y los sondeos de salida de la jornada electoral, que comenzaron a publicarse alrededor de las 20:00 horas tras el cierre de las urnas, mostraban una tendencia hacia el sorpasso de la coalición de izquierdas Unidos Podemos (Podemos, Izquierda Unida y confluencias) al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Al filo de las 21:00 horas, el líder de Izquierda Unida (IU) y uno de los líderes de la coalición Unidos Podemos, Alberto Garzón, hacia un llamado a la prudencia, pero existía una “esperanza” de alcanzar los escaños suficientes para liderar un gobierno de izquierdas. Y el sorpasso nunca llegó.
Pero al paso de los minutos, la esperanza se desvanecía. Alrededor de las 22:00 horas, el número dos de la coalición, Íñigo Errejón, pedía esperar a los resultados finales pero ya daba claras señales de que el sorpasso quedaría solo en la utopía. Una hora más tarde, con el 97% de los votos contados, el PSOE habría sumado 85 escaños mientras que Unidos Podemos y sus confluencias tuvo solo 71 escaños.
El júbilo que mostraba durante la campaña el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se transformó en un temple de tristeza y abatimiento. Ante la prensa, el líder de izquierdas reconoció que los resultados del domingo son un golpe para Unidos Podemos.
“Teníamos expectativas diferentes. Nos preocupa también la pérdida de apoyo del bloque progresista. Nos consolidamos como un espacio político determinante para el futuro de nuestro país, es verdad que lo que hemos hecho los últimos años es histórico y que no tiene precedentes en nuestro país, pero no es menos cierto que esperábamos unos resultados electorales diferentes esta noche”, dijo.
Y es que la coalición Unidos Podemos perdió fuerza en junio respecto a los resultados que lograron en diciembre sin su alianza. El año pasado, Podemos e IU sumaron, por separado, 6.1 millones de votos mientras que el domingo reunieron 4.8 millones, más de un millón de diferencia. Pero esto no significará la disolución de la coalición, aseguró Iglesias.
Los comicios del domingo no modificaron en gran medida el tablero de las fuerzas políticas respecto a los resultados del 2015 cuando el PSOE quedó en segundo lugar con 90 escaños y Podemos con 69.
Aun así Iglesias se dijo “preocupado” por el avance del bloque de la derecha en estas elecciones, mientras que Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, le culpó directamente por esta situación.
“El señor Iglesias tuvo la oportunidad de votar a un gobierno socialista y poner fin a un gobierno de Mariano Rajoy que tanto daño ha hecho a la clase media pero la intransigencia e interés personal por encima del interés de la izquierda ha provocado la mejora de los resultados electorales de la derecha”, acusó el líder socialista.
Como cuarta fuerza electoral quedó el partido emergente Ciudadanos, de centro derecha, con 32 diputados en el Congreso al obtener el 13% de los sufragios, una reducción desde los 40 escaños logrados el año pasado. Albert Rivera, secretario general del partido, justificó esta caída a la ley electoral vigente que con menos de un punto porcentual por debajo, sufrió una reducción de 8 curules.
Estas elecciones, sin embargo, dejan la misma incógnita de hace seis meses: la posibilidad de un acuerdo entre fuerzas políticas para formar un gobierno y no derivar en unas nuevas elecciones. Rivera, de Ciudadanos, hizo un llamado a los lidera del PP y del PSOE para negociar. Iglesias, de Podemos, dijo que analizará los resultados y la viabilidad de formar un gobierno “progresista” de la mano de los socialistas. Mariano Rajoy, sin embargo, no parece aceptar una fórmula en la que el PP no esté a la cabeza pues, ante miles de simpatizantes tras darse a conocer los resultados, expresó: “hemos ganado las lecciones y reclamamos el derecho a gobernar”.
Fuente: El Economista