Un pez ciego que vive en cuevas podría frenar la obesidad humana

¿Por qué hay personas con un apetito insaciable? La respuesta la tiene un pez ciego que vive en cuevas, que tiene el mismo gen mutado que los pacientes que no pueden dejar de comer.

Este animal se ha adaptado a ciclos anuales de hambre y a los atracones, aguanta meses sin sustento porque almacena grandes cantidades de grasa, que quema más lentamente. De esta forma, ayudan a comprender cómo funcionan las dietas, y la relación entre obesidad y las enfermedades humanas.

Los alimentos y las dietas tienen un efecto distinto según las personas, es porque cada uno tenemos un metabolismo diferente, que lleva a que aumentemos de peso con distintas cantidades de comida, según informa Medical Xpress.

“El trabajo con estos peces de cueva nos da un ejemplo en un entorno natural de por qué y cómo han evolucionado los metabolismos para ser diferentes. Algunos de los mecanismos que vemos en ellos pueden tener implicaciones para la salud humana”, asegura Clifford Tabin, el autor de estudio de la Universidad de Harvard (EE.UU.).

En el estudio, después de dos meses sin comida, estos peces perdieron la mitad de peso que las poblaciones de la superficie. Después de tres meses, el cavefish estaba “totalmente bien”, mientras que los peces de la superficie empezaron a morir.

“Creemos que estos peces pueden ir mucho más lejos, debido a sus inmensas reservas de grasa”, afirma otro investigador del estudio Nicolas Rohner.
Después de dos meses sin comida, los peces ciegos que viven en cuevas perdieron la mitad de peso que los demás.

Estudios posteriores revelaron que algunas poblaciones rupestres evolucionaron para tener apetitos insaciables de manera que cuando el alimento llega a estar disponible, desparramado por las inundaciones quizá una vez al año, los peces son capaces de comer sin límite y almacenar tanta grasa como sea posible para mantenerlos hasta el próximo festín.

Aunque este pez no duerme en tiempos de escasez, “este modelo podría ser similar a la hibernación en animales que viven de la grasa almacenada durante largos periodos”, propone Rohner.

Sorprendentemente, el ‘cavefish’ vive vidas largas y saludables a pesar de ser tan gordo, algo que el equipo quiso investigar cómo sucede con la esperanza de que algún día podría ayudar a las personas obesas.

HispanTV